Beto Casella, el gurú inesperado

Beto Casella, el gurú inesperado

El popular conductor dialogó con NU sobre su papel como asesor de dirigentes, la aparición de Máximo Kirchner en la escena pública y el crecimiento de Macri en las encuestas. ¿Piensa en ser candidato?


Durante los últimos días se conoció la noticia de que un nuevo gurú afloraba en el seno de la política argentina. Esta vez, el asesor no provenía del Caribe ni de los Estados Unidos, sino, más precisamente, del mundo de los medios. Se trata de Bautista “Beto” Casella, quien luego de tomar las riendas de la primera mañana de Radio 10 ha exacerbado notablemente su perfil político.

Almuerzos con el Jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, frente al Jardín Botánico y en Bolívar 1; una cena con el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, en Puerto Madero; reuniones (no tan) secretas con el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, y la presentación de una carpeta llena de propuestas para la Ciudad al jefe de Gabinete local, Horacio Rodríguez Larreta, forman parte de la agenda del flamante consultor.

En diálogo con Noticias Urbanas, Casella dio algunas pistas sobre la esencia de su labor como asesor político. Tarea que relativiza, a pesar de reconocer un “oído atento” por parte de los dirigentes a sus sugerencias. También dejó algunas impresiones personales sobre lo que vendrá en 2015, escenario que ve complicado para el oficialismo nacional. Aunque, de todas formas, advierte: “El kirchnerismo está con vida”.

–¿Cómo surgió la idea de trabajar asesorando políticos? ¿Qué es lo primero que analizás antes de tomar contacto con ellos? ¿Dan lugar a la crítica o les cuesta?

–Yo no lo llamaría “asesoramiento”. Son charlas más bien informales, donde yo puedo transmitir, sin ningún rigor científico, algo del pensamiento colectivo, del humor de la calle, gracias al rapport permanente con los oyentes de mis dos programas de radio. Lo primero que suelo analizar es cuánto de condición de líder tienen. Y sí, parecen tener oído atento a la crítica. Qué hacen con eso después, no lo sé.

–¿Hay algún dirigente que te genere entusiasmo de cara a los próximos comicios? ¿Cuáles son las características que debería tener quien suceda a Cristina Kirchner? Por ejemplo, De la Sota habla de un “presidente ciudadano”.

–La principal característica que va a necesitar quien quiera suceder a Cristina va a ser, necesariamente, carisma. La próxima elección se va a definir por sensaciones más que por propuestas. Va a sacar ventaja el que genere la sensación de que es un líder que viene a cambiar las cosas. No tiene sentido malgastar tres notas periodísticas anunciando que, de ser electo, vas a derogar la llamada “Ley de Abastecimiento” por una sencilla razón: ¡el 90 por ciento de la gente no sabe qué dice esa ley! Me parece que se va a imponer el que dé mejor la imagen de caudillo moderno.

–¿Creés en la teoría que indica que la Presidenta preferiría un triunfo de Macri en 2015 antes que ceder la batuta del peronismo?

–Creo que ni la Presidenta sabe, todavía, qué escenario poselectoral le conviene para su futuro político. Al menos, no creo que lo tengan perfectamente delineado.

–¿Cómo analizás la aparición de Máximo Kirchner? ¿Qué le aconsejarías?

–A Máximo le aconsejaría que si va a hablar de nuevo en un estadio para 40 mil personas, lo haga para todos los argentinos y no para los 40 mil presentes. Había mucha expectativa por el primer discurso público del hijo de Néstor, y creo que desperdició la oportunidad.

–Afirmás que no hay que subestimar el piso electoral que mantiene el kirchnerismo, ¿le ves vida después de 2015?

–Sí, por supuesto que el kirchnerismo está con vida. Es un error grave presumir que solo le quedan los planes sociales. Hay gente muy conforme con este modelo. Nunca hay que subestimar a los peronistas.

–En la Ciudad da la sensación de que el macrismo puede sortear las próximas elecciones sin sobresaltos, independientemente de quién sea el “heredero” de Macri. ¿A qué se lo atribuís?

–Sencillamente a que hay gestión, marcaron presencia y encararon obras “anunciables”, de esas que dan buen rédito en la opinión pública.

–Hace un tiempo te consulté sobre la posibilidad de que participaras en política y me contestaste que aún no te ha ganado la pasión. Ahora les acercaste una carpeta con propuestas a Macri y Rodríguez Larreta. ¿Se puede pensar en un Beto candidato? Marcos Peña parece estar feliz con tu aparición.

–¿Yo candidato a algo? ¡Es un buen chiste!

–Se habla de un crecimiento lento pero constante de Macri, jugando en soledad. ¿Le alcanza con eso para ser presidente? ¿Aliarse con otra fuerza atentaría contra la idea de “cambio” que propone?

–Todos los que se le acercan necesitan de Macri. Y, según las encuestas, Macri parece necesitar cada vez menos de los demás. Por supuesto que el Pro no puede aliarse a algún peronista arcaico, porque va a parar a la marchanta la idea de “lo nuevo”. Ahí hay una cuestión delicada: hay un Macri “nacional” que mide muy bien. Pero hay muchísimas regiones, municipios, a lo largo de todo el país, donde el Pro no va a llegar a instalar una figura propia y va a tener que limitarse a apoyar a una potable, pero ajena. Y la gente del Pro sabe bien que, en 2015, mucha gente va a votar pensando en la problemática de su propia región antes que en la nacional. Ahí van a tener que estar muy atentos. Para eso, Mauricio y su gente van a necesitar andar muchos kilómetros. No van a alcanzar Facebook y las redes sociales.

–A diferencia de él, se habla de un amesetamiento de Massa y de una caída de Scioli. ¿Se la creyeron? ¿Hay tiempo para la aparición de un tapado?

–A Scioli no le queda otra que las declaraciones de ocasión, navegando como está entre el kirchnerismo y alguna clase media a la que le cae bien, pero que rechaza el mundo K. Massa está tejiendo y tejiendo… No creo que aparezca un tapado. Fuera del trío que más nombran las encuestas, más la posibilidad de una digna carrera de Randazzo, si lo dejan, creo que cualquier intento de un candidato “ultra-K” va a medir menos que Lilita Carrió.

–¿La sociedad podría bancar cuatro años más de kirchnerismo?

–No, no y no. Lo veo imposible. Que yo recuerde, nadie gobernó este país doce años seguidos. Ya habrá superado a Menem y al mismísimo Perón del primer mandato. Y, a propósito, una duda que nos taladra a muchos… ¿puede este país, tan genéticamente caótico, ser gobernado dignamente por alguien no peronista?

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