Este jueves se realizarán diversas actividades para recordar al fiscal Alberto Nisman, al cumplirse tres años de su muerte. Por su parte, la exesposa del fiscal, la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, definió la muerte de su exmarido como “un magnicidio que cruzó una raya en la Argentina”.
La magistrada es querellante en la causa a cargo del juez federal Julián Ercolini, que investiga la muerte de Nisman. La querella sigue sosteniendo que se trató de un asesinato.
Además, consideró “importantísimo” que la Justicia haya caratulado la causa que investiga lo sucedido hace tres años como “homicidio” y afirmó que “se usaron los tres poderes del Estado para intentar simular un suicidio”.
En declaraciones a radio Mitre, Arroyo Salgado consideró que la muerte de Nisman fue “un crimen de Estado que encubre graves violaciones a los derechos humanos” al asegurar que “se usaron los tres poderes del Estado para intentar simular un suicidio”.
La magistrada agregó que detrás de su muerte “había un doble objetivo: uno, silenciarlo, porque todos los que lo conocíamos sabíamos que el único modo de matarlo era callarlo, y otro condicionar la actuación de jueces, fiscales y de la sociedad demostrando qué podría pasar a quienes se animaban a investigar al poder vigente”.
Al analizar jurídicamente la causa, Arroyo Salgado consideró que el Código Penal “no contempla como agravante de homicidio en el caso de que la víctima sea un juez o fiscal con motivo de su cargo o condición”.
“Si algún legislador está escuchando, sería muy importante (incorporar esta figura en el Código Penal) porque, con el magnicidio de Nisman, se cruzó una raya”, dijo la jueza y madre de las dos hijas de Nisman.
Con respecto a la investigación judicial, Arroyo Salgado se consideró “realista” al explicar que “va a ser muy difícil avanzar en cuanto a despejar todos los que estuvieron detrás de este plan criminal”.
