Ante una multitud, Cristina hizo campaña en Rosario y defendió a Moyano

Ante una multitud, Cristina hizo campaña en Rosario y defendió a Moyano

Nuevamente utilizó la presentación de "Sinceramente" para hablar de política y criticar al Gobierno. La nueva estrategia de CFK.


Dos mil personas sentadas y cerca de 15 mil afuera escuchándola. Con ese marco, es fácil darse cuenta de quien son los votos del Frente de Todos. Las presentaciones del libro “Sinceramente” de Cristina Fernández de Kirchner no son otra cosa que actos de campaña de la precandidata a vicepresidenta. Y eso va a continuar hasta octubre. Porque cada vez que Cristina hace una presentación por el país reúne multitudes y eso ya sucedió en la Ciudad y en Santiago del Estero. Este jueves le tocó a Santa Fe.

Cristina presentó su libro en un acto en Rosario y en su intervención criticó al gobierno de Mauricio Macri y se refirió a la crítica que hoy le dedicó el primer mandatario al líder camionero Hugo Moyano.

“¿Era necesario, rodeado de chicos de un colegio, insultar a un gremialista, que por otra parte estaba con él cuando en 2015 inauguraron un busto de Perón?. Es la misma persona”, dijo Cristina Kirchner acompañada por el escritor Marcelo Figueras.

“Es público que hemos tenido nuestras diferencias con Moyano, pero realmente, además de mal gusto, es desmemoriado, porque se podría haber acordado que hace cuatro años él no invitó a inaugurar. En ese momento no le pareció tan malo. No voy a repetir ningún adjetivo, se los dejo todos a ellos y a ellas”, explicó.

Por otro lado, Cristina criticó la gestión económica de Macri, y aseguró que “de los problemas que teníamos, no solo no resolvieron ninguno, sino que los potenciaron a cifras exponenciales, y los que no teníamos, volvieron a aparecer, como el endeudamiento y la desocupación”.

También se refirió al manejo del poder en un futuro Gobierno de Alberto Fernández. “Siempre decían, cuando Néstor fue electo presidente, que lo iba a manejar (Eduardo) Duhalde o lo iba a manejar yo por la personalidad. Después decían que él me manejaba a mí. Siempre está y siempre está el prejuicio y ese querer instalar, que es imposible o que no puede darse nunca la confluencia de gente que piense igual y actúe de con un pensamiento colectivo, con una idea de patria”, sostuvo.

Y agregó: “Siempre están buscando la quinta pata al gato. Pero esto lo hacen siempre en gobiernos populares. Porque no veo ninguna construcción que diga que a este Gobierno lo manejan los empresarios, o lo manejan intereses o el FMI. Todos esos que escriben cosas sobre nosotros, y que las escribieron, y seguramente las seguirán escribiendo, y bienvenida la libertad de prensa, pero la verdad que cuesta creer que sea ejercicio de periodismo cuando construyen que a un futuro presidente lo va a manejar este o cual. Y ven a un presidente actual que no se sabe qué es lo que hace o quien lo maneja. ¿Nadie dice que lo maneja Cristina Legardé al actual presidente?”

“Quizás yo podría haber sido la amante de Belgrano, porque a él no lo casaba nadie. Pero algo con Belgrano hubiera tenido, estoy absolutamente segura”, expresó Cristina en una de sus frases más aplaudidas, ironizando luego con el uso que iba a hacer la prensa de esas palabras.

Sobre la actualidad política, manifestó: “Decían que iban a venir las inversiones y lo único que llegó a Argentina otra vez es el Fondo Monetario Internacional (FMI)”. En esa línea, también hizo referencia a la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, aunque evitó mencionarla. Cuando le preguntaron sobre los ataques del poder hacia ella, respondió: “Siempre pensé que era una cuestión misógina, contra las mujeres. Pero después me dí cuenta que hay dirigentes mujeres que no son del campo nacional y popular, mujeres jóvenes, de 45 años que no son viudas como yo, otras son divorciadas. sin embargo, son hadas, virginales, angelicales. Digo que suerte que tienen algunas mujeres que no se meten con su vida privada”.

“Para hacerla corta, si vos defendés al pueblo te matan, te pasan por encima, no te perdonan nunca más eso. Y si encima te enfrentás a los grandes capitales internacionales, ahí definitivamente te convertís en enemigo de esos grandes poderes”, sentenció.

Sobre la utilización de las cadenas nacionales, explicó: “Quedaría bien que dijera que me arrepiento de haber hecho cadenas nacionales, no, quédense tranquilos porque sería una mentirosa”.

“No me arrepiento de las cadenas nacionales. Quedense tranquilos porque una vicepresidenta no habla por cadenas nacionales. Muchas veces pienso si además de todo el ataque formidable de la ignorancia de nuestras obras porque no nos pasaban lo que inaugurábamos, nada. Si no hacíamos cadenas nacionales, creo que nos hubieran pasado con la caterpillar por encima. La gente no hubiera sabido qué defender, qué decir. Pensándolo en retrospectiva, viendo el tratamiento que hay ahora comparado con el de antes, menos mal que no cedimos a la presión”, argumentó.

“Creo que fue un instrumento que teníamos. Hubo algunas semanas que por ahí hicimos tres en una semana, la intencidad tal vez, o la frecuencia, hasta ahí vamos, pero como un instrumento de difusión me parece absolutamente legítimo”, finalizó.

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