Álvaro González “Macri y Massa no se parecen en nada”

Álvaro González “Macri y Massa no se parecen en nada”

Por Laura Di Marco

Actualmente es funcionario porteño, tras haber sido dos veces legislador. Revelaciones de campaña y análisis electoral, en una entrevista tan política como personal.


“Hoy la imagen de la gestión en la Ciudad es bien ponderada por más del 50 por ciento de los porteños, mientras que los candidatos de Pro en Capital tienen una imagen positiva de un 36 por ciento. No es poco, pero es bastante menor que la de la gestión. La idea es unir la gestión con los candidatos como estrategia de campaña. Y para eso es necesario un contacto personal”, dirá Álvaro González, sentado en la confitería Las Violetas, en una apretada síntesis del diseño de campaña porteña, que pretende replicar la del Tea Party norteamericano.

González es subsecretario de Asuntos Públicos del Gobierno de la Ciudad y candidato a diputado nacional por el Pro. Fue dos veces legislador. En su primer mandato ocupó la presidencia de la Comisión de Planeamiento Urbano y en el segundo, la de Presupuesto.

El lunes 15, el consultor Jaime Durán Barba, encuestas en mano, les estuvo dando una charla a los candidatos de Mauricio Macri sobre la estrategia a seguir en estas elecciones. Contienda que, para González, es crucial. “La de 2013 es mucho más que una elección de medio término”, afirma.

El comité de campaña del ingeniero está a cargo de Marcos Peña, Andrés Ibarra y el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, y la idea es convocar a pequeñas reuniones con vecinos en casas de familia, clubes, asociaciones civiles, sindicatos, universidades y escuelas. En Pro están decididos a copiar el modelo del nuevo Tea Party, de Estados Unidos, que a su vez replica la cultura de las corrientes anticolonialistas del 1700, cuando apostaban a las tertulias vespertinas. En la actualidad, se traduce como la necesidad de contactar con los barrios en lugares más pequeños. Durán Barba recomendó evitar los megaeventos.

Es por eso que el martes 16 de julio, por la tarde, González hace campaña ante un reducido grupo de trabajadores de taxi. Después del encuentro con los gremialistas, pero antes del evento en el microestadio de Ferro, en el que Macri presentó a sus candidatos, González decidió hacer una visita a la mítica confitería Las Violetas (uno de los sitios marcados por el comité macrista para recorrer en esta campaña, según una guía distribuida por el comando liderado por Rodríguez Larreta, Peña e Ibarra.

Abogado e integrante de la pata peronista de Pro, junto con Cristian Ritondo, González se crió en la localidad de Candioti, en la ciudad de Santa Fe.

La historia fue así: su abuelo, Álvaro González, fue vicegobernador de Santa Fe durante el primer gobierno de Perón. Aquel destino político familiar selló el de su papá, Rubén Álvaro, también dirigente peronista, y por carácter transitivo, también determinó el suyo. La familia tuvo que emigrar a Capital después del derrocamiento del general. “Por eso, los compañeros peronistas dicen que soy porteño por proscripción”, cuenta.

El padre de González, sena¬çdor peronista, fue encarcelado en el 76. “Así que a mí estos muchachos (los kirchneristas) no me corren por izquierda. Ni mucho menos por peronista.” Como sucedía con los Buendía, la familia de ficción cuya historia escribió García Márquez en Cien años de soledad, los Álvaro González también son una dinastía que se va desplegando en el tiempo. El hijo del candidato de Macri se llama Álvaro José, y a los 18 años está a punto de irse a estudiar a Boston.

Junto con Ritondo, Álvaro González fundó, dentro de Pro, la línea interna Propuesta Peronista, hoy diluida. Sin embargo, de aquel intento quedó la unidad básica La Mística, ubicada sobre la calle México al 1100, recreada sobre los restos de un restaurante. En verdad, más que una unidad básica, cuenta González, es un lugar de encuentro. Cuesta imaginar, sin embargo, al rabino Sergio Bergman, que encabeza la lista de Pro en Capital, en una tertulia en La Mística. “¿Por qué no? Claro que viene el rabino porque esa mezcla es Pro”, dice González, quien define a Bergman, que a priori pareciera en las antípodas del folclore peronista, como un fiel representante de la cultura macrista: “Él expresa muy bien lo que es una campaña basada en valores”.

La última semana también se reunieron, junto con Diego Santilli, con los clubes de barrio.

A los 35 años, González contrajo una enfermedad que atacó su médula, le afectó las piernas y lo dejó temporalmente paralítico. Se rehabilitó, aunque para mantenerse en forma está obligado a salir a caminar al menos una vez por semana. “En realidad, camino una hora tres veces a la semana. Fue muy dura aquella experiencia porque fue algo que me atacó de repente. Yo tenía 35 años, un hijo de apenas un año y pensé que quedaba paralítico, de la noche a la mañana”, cuenta.

Años después y ya como diputado porteño, en agradecimiento al médico que lo operó –el doctor Pedro Lylyk (una eminencia en neurocirugía)–, Álvaro González impulsó un proyecto para que se lo declarase Personalidad Destacada de las Ciencias, que fue aprobado por la Legislatura.

Critica al gobierno de Cristina: “Fiscalmente, es el gobierno más unitario de la historia”. Y a aquellos que lo cuestiona¬ron a su jefe por su política de seguridad: “Hoy todos quieren replicar la experiencia de la Metropolitana, cuando al principio la criticaban”.

¿No quedará muy desdibujado Macri, en la Provincia, a partir de su alianza con Sergio Massa? ¿Qué clase de triunfo podría atribuirse? “Es probable que quede desdibujado, pero nosotros no participamos del cierre de listas en Provincia. Todavía falta para ver los resultados”, entiende.

¿Se parecen Macri y Massa? “Nada que ver –dirá González–; uno es jefe de Gobierno y el otro es un intendente.” Admitirá, luego, que ambos tienen proyección nacional. Y que, tal vez, las PASO vengan a poner orden entre dos candidatos que se disputan, más o menos, el mismo electorado.

“Nos adelantamos tanto que ni siquiera dejamos que las cosas pasen”, afirma en relación a la incipiente alianza de Macri con Massa en el territorio bonaerense.

Álvaro se levanta a las 7 de la mañana y camina por el Rosedal para mantenerse en forma, pero también para empezar el día con una suerte de meditación urbana, aunque rodeado de naturaleza.

Nació un 12 de octubre, el día del descubrimiento de América. Día curioso, en medio de la actual y rara pulseada entre el Gobierno porteño y el nacional por el destino del monumento a Colón. “La gente me mira raro cuando digo esto, pero la verdad es que haber na¬cido un 12 de octubre me hace sentir especial… Me hace sentir más seguro.”

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