"Macri cortó el hilo por lo más delgado”

"Macri cortó el hilo por lo más delgado”

El ex integrante de la Policía Federal y la Metropolitana, procesado por el juez federal Norberto Oyarbide en la causa de las escuchas ilegales, habla por primera vez. Lo hace acompañado por su defensora, con la que ahora trabaja.


Gerardo Ciro James sube todos los días las inacabables
escaleras que lo conducen a los tribunales de Comodoro Py con impecable traje y aquellos anteojos negros que tanto ayudaron a formar su personaje. Pero no para declarar en la causa de las escuchas telefónicas, que lo volvió desgraciadamente famoso de un día para el otro, sino por su trabajo.

Es que apenas 24 horas después de haber salido en libertad de la cárcel de Marcos Paz, ingresó a ejercer su profesión de abogado en el estudio que dirige su defensora, la penalista Valeria Corbacho. Está agradecido con su actual jefa. La considera la persona que le devolvió la libertad.

Ella fue quien obtuvo su excarcelación, mediante un recurso
otorgado por la Sala III de la Cámara de Casación Penal, aunque continúa procesado por el juez Norberto Oyarbide en la causa de las escuchas ilegales.

James siempre había querido ser abogado. Mientras trabajaba
en la Policía Federal, realizó sus estudios. Pero la vida lo llevó
por otros caminos. Y cambió de un momento a otro, cuando hace un año y medio quedó en el ojo de la tormenta en la llamada causa del espionaje porteño. En libertad y más relajado, se defiende y ataca. Asegura que en el Gobierno porteño es común echarle la culpa de lo que sucede a una tercera persona y eludir responsabilidades. ?Macri cortó el hilo por lo más delgado, como siempre?, dispara. Y refuerza su teoría enumerando otros temas de peso político, como ?los derrumbes de Beara y del gimnasio de Villa Urquiza? y ?las tomas de los colegios?. ?Siempre la culpa la tiene otro?, sentencia ante Noticias Urbanas.

Como aún se encuentra procesado y a la espera de una definición judicial, ante las preguntas más espinosas, su abogada le pide que guarde silencio. Y aquí resuena una frase que solemos escuchar en las películas policiales: lo que usted diga puede ser usado en su contra.

Por primera vez, el polémico ex policía asoma la cabeza. Se queja que pasó la mitad de la vida de su hijo en prisión ?sólo por retirar cassettes en sobres de papel madera?. En la causa central se lo investiga como parte de una supuesta asociación ilícita montada desde la estructura del Gobierno de la Ciudad, que grababa conversaciones telefónicas amparadas en el seno de la Policía Metropolitana.

Entre las personas espiadas figuran el líder de Familiares y Amigos de Víctimas de la AMIA, Sergio Burstein; uno de los cuñados de Mauricio Macri, Néstor Daniel Leonardo; el empresario Carlos Ávila y su yerno Hugo Breitman;
dos gerentes de la cadena de supermercados Coto; el abogado Francisco Castex, y la cuñada del empresario Juan Navarro (del Grupo Exxel).

Hoy, el ex policía dice que no quiere ni sentir de cerca la palabra ?escuchar?, prefiere ?oír?. La otra, ya no forma parte de su vocabulario. Su currículum fue, según comenta su abogada, con ironía, la prueba más ?rotunda? que guardaba el juez Norberto Oyarbide para incriminarlo. En tono de complicidad, ella desliza: ?¿Quién no ?infló? su CV alguna
vez para conseguir un mejor trabajo??.

James está procesado en el marco de la causa del
espionaje porteño al igual que Macri, el ex jefe de la Policía Metropolitana Jorge ?el Fino? Palacios, los policías que llevaron adelante las ?tareas de inteligencia? para un juzgado de Misiones y los ex jueces José Luis Rey y Horacio Gallardo, que autorizaron las grabaciones telefónicas.

Pero él y su defensora refutan las acusaciones con estos
argumentos: ?La valija para pinchar teléfonos era en realidad una caja utilizada para medir el estado en el que se encontraban las líneas de teléfono de una empresa en la que trabajaba brindando ese servicio a los usuarios que tenían problemas?; ?las cámaras a las que alude la causa estaban destinadas a monitorear a la mujer que cuidaba de su pequeño hijo y que se quedaba sola con él por obligaciones
laborales suyas y de su esposa? y ?los famosos equipos de escuchas eran material que había usado mientras aportaba información e instrucción en su labor dentro de la Policía Federal?.

Corbacho denuncia: ?Tan tocados estaban algunos expedientes por los misioneros que hasta le figuraban llamados sábados, domingos y días en los que estaba de vacaciones en Brasil. Según ellos trabajaba 24 horas y lo tomaron como rehén jurídico. De repente, nadie lo conocía, pero todos le echaban la culpa?, añade.

A la Policía Federal, James llegó por intermedio del comisario
retirado Gabriel Pittaluga, quien creó un curso de instrucción
para la fuerza en el área dedicada a investigar robos y hurtos. Él lo eligió para que se desempeñara como docente en las áreas que abarcaban el uso de tecnología. Luego, fue también quien indicó su nombre a Palacios para que integrara a la recién creada Policía Metropolitana.

Convencido de que la vida le dará una nueva oportunidad, James sostiene que, poco a poco, ?el 95 por ciento de las mentiras que vertieron los grandes medios se va a ir desvaneciendo?. Su abogada asegura que durante su detención no tuvo ningún tipo de privilegios y que, si bien su primer nombre es Gerardo, se lo llamó mediáticamente Ciro James porque tenía más impacto noticioso. Según recuerda, con la comparación con el memorable espía James Bond, lo cargaron desde que era pequeño. Casi un estigma.

El ex policía dice que ya no quiere hurgar en recuerdos
y que quiere seguir su vida del modo más normal posible junto a su familia, la que comenzó a formar hace 15 años. Pensativo, mira la pantallita de su Blackberry, se pone y se saca el traje. Y vuelve a decir que a su figura se la usó de chivo emisario, que todo fue trastocado. Recuerda su pasado como fotógrafo y documentalista (relata que llegó a filmar con la cadena de documentales National Geographic) y cuenta que hacía buceo por deporte o hobby, pero que fue calificado como ?hábil buzo táctico?.

Y que algo similar sucedió cuando se denunció el famoso locutorio que, se dijo, quería montar en pleno Parque de la Ciudad, cerca de las repetidoras del Ejército y de la SIDE.

AL AIRE LIBRE

?Gerardo queda detenido por las declaraciones de los policías misioneros. Desde Misiones se proveyeron los expedientes, llenos de irregularidades, sobreescritos y hasta escritos realizados todos con una misma lapicera?, acusa la doctora Corbacho que, detalla, empezó a elaborar la estrategia de la libertad luego de que la Cámara le confirmara el procesamiento a su cliente.

Sin embargo, lo determinante para su excarcelación fue ?según la abogada? que ?ya no había más pruebas para seguir con su detención?. ?Igualmente, en caso de que se llegara
una condena, la misma podría ser de carácter condicional?,
refiere la defensora de James. Y agrega que las medidas de prueba estaban todas hechas y que en 10 meses no había surgido nada nuevo.

Respecto del tan difundido currículum, Corbacho señala que pidió oficios a todas las fuerzas en donde se decía que James había tomado capacitación y que la respuesta en todos los casos fue la misma: "Que ahí, Gerardo Ciro James no había estado?. Su tesis: el precio de ?inflar? un currículum, a veces, resulta impagable. La Justicia finalmente será la que decida si cree o no estos argumentos.

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