Gabriela Michetti y Ernesto Sanz, una extraña pareja

Gabriela Michetti y Ernesto Sanz, una extraña pareja

Los entretelones de la relación política de Gabriela Michetti y Ernesto Sanz. El papel de la fundación RAP, creada por Alan Clutterbuck. Los contactos con Bergoglio y el "Coti" Nosiglia. Las reuniones íntimas y lo que dicen los entornos.


No hace mucho que se hizo público que la diputada Gabriela Michetti y el ascendente senador nacional por Mendoza Ernesto Sanz son muy amigos. Quien lo publicitó fue ella, aunque sin dar mayores precisiones. En cambio Sanz mantuvo la boca cerrada, como cuadra a un caballero de la vieja guardia.

Los colaboradores de ambos coinciden, sin embargo, en decir que la amistad entre ambos no es política. Como si eso fuera posible.

Mientras, distintas fuentes susurran, no sin malicia, que los padrinos de la extraña pareja son monseñor Jorge Bergoglio y Enrique ?Coti? Nosiglia. Minimizan así el papel que desempeñó Alan Clutterbuck, promotor de una ONG que aboga por la transparencia y que acaso no lo sea tanto (como en otras ONG?s, el misterio se encuentra en el origen último del dinero que la sostiene, que previsiblemente proviene de fundaciones del universo anglosajón). Lo cierto es que desde el círculo aúlico de Gabriela se informa que el noviazgo político (¿que otra cosa, si no?) se inició hace mucho, acaso hace seis años, en 2005, en el seno de la Red de Acción Política (RAP), la ONG de marras, fundada por Alan Clutterbuck, hijo de un alto ejecutivo del Grupo Alpargatas y el Banco Francés, Rodolfo ?Ralph? Clutterbuck, que fue secuestrado y se descuenta que asesinado en extrañísimas circunstancias por la misma ?Banda de los comisarios? que secuestró a Mauricio Macri. (Ver recuadro).

Clutterbuck trabajó ocho meses como asesor Patricia Bullrich, que imitando a su cuñado Rodolfo Galimberti había pasado de Montoneros al gabinete centrista de Fernando de la Rúa. A partir de entonces, mientras Clutterbuck fundaba la RAP (luego de que, explicara, llegara a la conclusión de no tenía vocación de protagonismo, lo que lo inhibía para la carrera política), Bullrich se relacionaba con fundaciones como Uno-América, vinculadas a la CIA.

La RAP se dedica básicamente a relacionar entre sí y a apadrinar a políticos con futuro, por lo general liberal-conservadores. Puede decirse que en más de un sentido es la contrafigura de la extendida fobia contra los políticos que estalló a fines de 2001. Si los manifestantes que coparon entonces las calles coreaban el ?que se vayan todos, que no quede no uno solo?, la organización que fundó Clutterbuck procura reconciliar a los políticos con la sociedad, y particularmente con lo que otrora se solían llamar sus ?fuerzas vivas? (ver recuadro).

Desde entonces, la relación entre Ernesto y Gabriela ha ido in crescendo hasta el punto de que ambos han integrado en varias oportunidades el mismo grupo de viajeros a los Estados Unidos. Además, Gabriela acostumbra viajar a Mendoza y alojarse en la casa de Ernesto, por lo que se ha hecho ?muy amiga de la esposa de Ernesto y de sus hijos?, informan allegados a quienes las encuestas indican que, le pese a quien le pese, será la candidata a suceder a Mauricio al frente del Gobierno de la Ciudad.

Un operador de la precandidatura de Ricardo Alfonsín a la Presidencia de la Nación confirma los datos de Noticias Urbanas y agrega: ?El papel del Coti como armador de la candidatura de Sanz es capital, y Nosiglia también auspicia las relaciones con Gabriela, lo que pone de la nuca a Rodríguez Larreta. El Coti y quienes alientan a Sanz sostienen que Ricardo está equivocado al querer ?correr al Gobierno por izquierda? porque lo que está faltando es un buen candidato de derecha, ya que Macri no mueve el amperímetro?.

El operador, satisfecho como un gato que acaba de zamparse su leche, se relame. ?Sanz se postula como ese candidato que necesita el establishment. Cuenta con el decidido apoyo de Paolo Rocca, de Techint, y acaso también ya Rocca haya conseguido que se lo dé (Héctor) Magnetto, que estaba un poco reticente. Así las cosas, mientras Ricardo quiere hacer campaña con las banderas históricas del radicalismo y del alfonsinismo, Sanz tiene como único objetivo ganarle a Macri, desbancarlo?.

Hace una pausa y continúa: ?Todo ese andamiaje se construye partiendo de dos supuestos: que Macri se va a inclinar por (Horacio) Rodríguez Larreta dejando a Gabriela en la estacada, y que Sanz puede ganarnos las internas abiertas. Y, la verdad, no parece que ninguna de esas cosas vaya a suceder. Aunque haya alguna posibilidad de que Macri se incline por Rodríguez Larreta, sobre todo si las elecciones se hacen unificadas, no parece haber ninguna de que Sanz nos gane las internas. ¡Ni con Clarín de su parte! Según nuestros números más conservadores, si se hiciera hoy, ganaríamos la interna abierta 7 a 3. Sanz no tiene asegurada la victoria ni siquiera en sus pagos de Mendoza, ya que (el ex intendente) Víctor Fayad y (el ex gobernador) Roberto Iglesias apoyan a Ricardo?.

En el entorno de Diego Santilli, el tercero en danza entre quienes podrían heredar a Macri ?y eventual candidato a vicejefe de una fórmula encabezada por Michetti?, dejan claro que no son neutrales en las disputas que enfrentan a Rodríguez Larreta con Gabriela. Puestos a elegir, están con Gabriela. ?Gabriela es lo que se ve. Una buena persona, muy cristiana. Descuento que su simpatía por Sanz es sincera. No puedo decir lo mismo de él. Sanz es más bicho. Todo un político radical. ¡Y mendocino! Descuento que calculó muy bien todo lo que le suma ella?, reflexiona en voz alta una voz surgida, como quien dice, ?del riñón? del ministro de Espacio Público.

?La última vez, Gabriela fue con su nuevo novio a Mendoza y se alojaron en la casa de Sanz. Cuando se enteraron, Mauricio y Rodríguez Larreta se pusieron furiosos y ella? bueno, a veces no sabés si es muy buena o muy pilla, te queda la duda. Pero parecía sinceramente sorprendida con tanto enojo. La verdad es que si se la mandó a guardar a Rodríguez Larreta poniendo cara de nada… lo bien que hizo. Porque las maldades en cadena que Rodríguez Larreta y los suyos le hacen, te puedo asegurar que no tienen nombre? La odian porque ella tiene muchísima más intención de voto que él. Y él tiene tanta ambición… Una ambición desmedida: ?Yo quiero ser presidente, pero el psicólogo me dice ?paso a paso??, le dijo a Clarín. ¡Lo que tiene que hacer es cambiar de psicólogo! Los colaboradores de Michetti lo consideran un Figuretti?.

La voz que pretende interpretar el pensamiento profundo de Santilli, acaso dándose cuenta de que cargó las tintas sobre Rodríguez Larreta, intenta equilibrar las cargas. ?Eso sí, Horacio aventaja a Gabriela en capacidad de trabajo. Y si querés buscarles defectos, ambos tienen uno en común: el egoísmo. Pero bueno, atentos a lo que te digo, en el caso de ella, quizá sea, no digo más justificado, pero sí, al menos, más comprensible?.

Ralph Clutterbuck, un desaparecido atípico

El padre de Alan Clutterbuck fue secuestrado el 16 de agosto de 1988 y no volvió a saberse de él.

En 1991, la llamada ?Banda de los comisarios? (a la hora de la verdad se pretendió que su jefe era José Ahmed, un triste subinspector más quemado que un pollo al spiedo desde que lo habían detenido intentando cobrar el rescate por el primer secuestro de Osvaldo Sivak en 1979) secuestró a Mauricio Macri, lo que fue su perdición. Comisarios que enseguida se harían grandes amigos de Mauricio como Carlos Sablich secuestraron (antes de detener formalmente) a un par de ex suboficiales de la propia Policía Federal y los atormentaron hasta que confesaron sus fechorías, entre ellas varios secuestros y asesinatos? pero no todos.

Al menos no el secuestro de Clutterbuck, que permaneció en tinieblas otros 11 años, tiempo en que su hijo Alan publicó un sinnúmero de solicitadas pidiendo información a quien la tuviere y gastó inútilmente dinero en informantes (muchos de ellos, oficiales de la Federal) que nunca le aportaron un dato bueno.

Quienes estudiaron la historia de la ?Banda de los comisarios? sospechan que lo de Clutterbuck fue un asesinato por encargo, disfrazado de secuestro extorsivo.

Clutterbuck había sido, junto con Alberto Kohan, uno de los introductores a la Argentina del banquero saudí Gaith Pharaon, quien construyó en Buenos Aires el hotel Hyatt (hoy Four Seasons) y poco después fue condenado en Estados Unidos por lavar dinero del narcotráfico. El cadáver de Rodolfo Clutterbuck nunca se halló.

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