El sobreseimiento dictado por la jueza de instrucción Alicia Iermini a todos los ex funcionarios del Gobierno de la Ciudad imputados en la causa por las dos muertes ocurridas en septiembre de 2010, al derrumbarse un entrepiso en el boliche Beara, llegó como un bálsamo tanto para los acusados, como para el Ejecutivo porteño. El sobreseimiento de los ex funcionarios no sólo trajo alivio a la administración PRO, también impactó en la Justicia.
Martín Farrell, el ex titular del área de habilitaciones de la Ciudad, hoy sobreseído en la causa Beara, concursó para convertirse en juez de primera instancia en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad ubicándose en el puesto número 15 del orden de mérito. Si bien esta ubicación no parece muy elevada. Lo favorece la creación de 9 juzgados nuevos, la vacante de uno más por el paso del juez Guillermo Treacy a la justicia nacional y la postulación de tres actuales jueces de primera instancia (Fernando Juan Lima, Hugo Zuleta y Gabriela Seijas) para convertirse en integrantes de la Cámara de Apelaciones del fuero Administrativo y Tributario. Además, también a Farrell lo ayuda la candidatura de la jueza Nidia Cicero para ocupar una vacante como Fiscal de Cámara.
A pesar de no haber contado con el apoyo del presidente del Consejo de la Magistratura de la Ciudad, Juan Manuel Olmos, ni del consejero Daniel Fábregas, los exámenes, antecedentes y entrevista personal le dieron a Farrell puntaje suficiente para ocupar un lugar expectante en el orden de mérito aprobado por el plenario del Consejo porteño en mayo pasado.
La ubicación de Farrell en el concurso a juez contencioso y la imputación en la causa por las dos muertes ocurridas en el boliche Beara generaron dificultades diversas, ya que si bien desde el PRO muchos veían con agrado las altas chances de lograr que el ex funcionario ocupara un tribunal en el fuero que tiene en sus manos los amparos contra el Gobierno, tanto en las filas macristas como en la oposición se reconocía que lograr que la postulación de un procesado logre 40 votos en la Legislatura era practicamente imposible.
La Constitución porteña, en su artículo 57 establece que ?nadie puede ser designado en la función pública cuando se encuentra procesado por un delito doloso en perjuicio de la administración pública?, y entendiendo que Farrell estaba siendo investigado por incumplimiento de los deberes de funcionario público, la Legislatura en el caso, sumamente improbable, de aprobar el nombramiento del ex Director General de Habilitaciones podría llegar a enfrentar una causa por no respetar la carta magna local.
Pero, ¿por qué tanta preocupación si Farrell se ubica en el puesto 15 y los juzgados en juego son 14? Víctor Trionfetti es la respuesta.
Trionfetti, secretario letrado de la jueza del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad Alicia Ruiz, está ubicado en el primer puesto del concurso a juez de primera instancia CAyT pero también, tiene amplias chances de ocupar una de las vacantes en los juzgados Civiles y Comerciales números 1,4, 5,7 y 8 de la Capital Federal. Días atrás, Víctor Trionfetti, Silvina Bracamonte, Carmen Palacios, Marisa Garsco, Marcelo Gota, María Gagliardi y Javier Pico Terrero se sentaron frente a los consejeros de la Magistratura de la Nación para actualizar su currículum o para contestar las preguntas de estos, cumpliendo con el proceso de audiencia pública. Sólo resta que el Consejo de Nación apruebe el dictamen con las postulaciones para elevarlo al Congreso.
En el caso que Trionfetti sea postulado para ocupar un juzgado nacional, Farrell se convertiría por ubicación por puntaje en candidato a juez porteño.
Con el sobreseimiento dictado, la pronta resolución del Consejo de la Magistratura de la Nación sobre los postulados a jueces en lo civil y comercial, y la inminente aprobación en la Legislatura de la designación de los nuevos camaristas, fiscales y defensores, todo indicaría que en no mucho tiempo más, el Consejo de la Magistratura de la Ciudad también elevará su propuesta de designaciones de 14 nuevos jueces en lo CAyT. Si serán 10 juzgados primero (los vacantes actualmente) y 4 después (los que se generen con los ascensos a Cámara), o todos de una sola vez, es algo que aún no está definido.
Librado el escollo de la causa judicial, quedará en manos de las fuerzas políticas dar conformidad o rechazar la designación de Farrell como juez. El sí o el no será una decisión púramente política. Trionfetti a la Nación, Farrell a la Ciudad, la solución "políticamente correcta" que podrían aceptar macristas y kirchneristas.
