La pelea por el aborto: curas villeros abren centros para embarazadas

La pelea por el aborto: curas villeros abren centros para embarazadas

Anunciaron la creación de centros de contención y asistencia alimentaria, sanitaria y legal para mujeres con embarazos de riesgo o inesperados en los barrios pobres.


El fin de semana, el padre Pepe lanzó una declaración polémica, dijo que los pobres no se interesan por el debate del aborto porque no abortan. Y aseguró de que a pesar de que salga la ley del aborto, los católicos seguirán trabajando por los dos vidas.

Una prueba de eso es que los curas villeros abrirán centros para contener a embarazadas de barrios humildes. Se instalarán en la Ciudad y el Conurbano. Estarán a cargo de mujeres y ofrecerán asistencia como alternativa a la interrupción de la gestación

Encabezados por el padre Pepe Di Paola, los curas villeros anunciaron la creación de los centros en la Villa 31, en Retiro.
En rechazo al proyecto de legalización del aborto, los curas villeros de la Ciudad y Gran Buenos Aires anunciaron la creación de centros de contención y asistencia alimentaria, sanitaria y legal para mujeres con embarazos de riesgo o inesperados en los barrios pobres.

La iniciativa, presentada en la parroquia Cristo Obrero, ubicada en la Villa 31 del barrio porteño de Retiro, está vinculada a la insistencia de la Iglesia Católica en que el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) no se trataría de un reclamo proveniente de las villas y barrios populares.

Los padres Pepe Di Paola, Basilio “Bachi” Brítez y Carlos Morenafueron los encargados de leer una declaración junto con monseñor Gustavo Carrara, el primer cura villero en acceder al cargo de obispo de Buenos Aires y designado por el papa Francisco como vicario pastoral en villas de la Ciudad. También estaba el obispo de San Justo, Eduardo García.

A través del texto, los religiosos expresaron su “dolor” por la media sanción del aborto legal en la Cámara de Diputados, y pidieron a los senadores que “tengan en cuenta el inmenso valor que tenga toda vida humana, la de la madre y de la niña o niño por nacer” y lo rechacen.

Además de atender las situaciones alimentarias y sanitarias, estos grupos apuntarán a facilitar el acceso a las madres a políticas y programas de maternidad, como la Asignación Universal por Embarazo. Incluso indicaron que colaborarán con la asistencia legal en la Justicia en caso que la decisión sea dar el hijo en adopción.

Después de leer el documento, los sacerdotes cedieron la palabra a las mujeres que trabajan en los centros asistenciales de la Iglesia. Mariela Cisneros, de la parroquia Sagrado Corazón del Barrio Don Orione, calificó la propuesta como “humana” y que “va más allá de la religión, es dar lo que tiene cada uno para dar”.

 

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