El peronismo bonaerense denuncia y lima asperezas internas

El peronismo bonaerense denuncia y lima asperezas internas

En una cena servida en Escobar, Cristina y los intendentes hicieron su catarsis y analizaron el tramo final de la campaña. Este lunes, denunciaron que el Gobierno prepara un fraude el 22 de octubre.


En medio de una cadena de versiones que le auguran una derrota ineludible en la Provincia que la vio nacer, Cristina Fernández de Kirchner se reunió en Escobar con una veintena de intendentes peronistas para definir las características del abordaje del último tramo de la campaña para las elecciones del 22 de octubre.

El encuentro se realizó en una quinta de Escobar después del acto que la expresidenta encabezó en el cercano partido de Malvinas Argetinas, en el que el intendente Leonardo Nardini -que en la semana se reunió con uno de los enemigos más encarnizados de Cristina, el senador Miguel Ángel Pichetto- negó que esté a punto de abandonar Unidad Ciudadana.

Además de los tres “rebeldes” de la foto con el senador rionegrino -los intendentes Leonardo Nardini (Malvinas), Santiago Maggiotti (Navarro) y Gustavo Menéndez (Merlo)-, estuvieron presentes Martín Insaurralde (Lomas de Zamora, uno de los más críticos de la foto del trío); Alberto Descalzo (Ituzaingó); Patricio Mussi (Berazategui); Marisa Fassi (Cañuelas); Julio Pereyra (Florencio Varela); Mariano Cascallares (Almte. Brown); Fernando Gray (Esteban Echeverría); Verónica Magario (La Matanza) y -como no podía ser de otra manera- el anfitrión, Ariel Sujarchuk.

Como es habitual cuando se discuten temas sensibles, no faltaron rispideces en el encuentro. Algunos de los presentes, con los intendentes de la Tercera Sección Electoral al frente, esperaban agazapados al “trío más mentado” para saltarles al cuello con sus quejas. Para explicar el conflicto, hay que explicar los alineamientos que sostuvieron en el pasado reciente los intendentes.

Los “rebeldes” provienen del Grupo Fénix, que agrupaba a los jefes comunales más abiertos en sus propuestas, que construyeron su poder en base a reunir a todos, sin excluir a los kirchneristas. Los “quejosos” provienen del Grupo Esmeralda, que en los dos últimos años acapararon las negociaciones con el gobierno provincial, ocasión en la que ubicaron a sus hombres en todos los espacios que le correspondían a la oposición. Por ejemplo, designaron al defensor del Pueblo y a los miembros de los directorios de los entes descentralizados, como el Bapro y otros más.

Las respuestas de los cuestionados, como era de esperar, fueron filosas e irónicas, como suele ocrriru cuando se habla de hechos consumados. Los interpelados respondieron con otros reproches que aún quedaban pendientes acerca de aquellas gestiones de los Esmeraldas. De todos modos, la sangre no llegó al río porque lo que está en juego no está relacionado con los rencores pasados, sino con las aspiraciones futuras. Y si no están todos juntos, no alcanza para ganar y ni siquiera la construcción política presente garantiza el triunfo el 22 de octubre, que puede estar al alcance pero no es seguro.

Al final, Sujarchuk -que ofició como vocero- aclaró que “esa reunión no significa ninguna ruptura ni nada”. Graficando el presente, el jefe comunal de Escobar manifestó que “Cristina estuvo en Malvinas, y mañana va a ir a Merlo, ella está en los actos grandes, que arman los intendentes, lo otro fue una foto, nada más”, manifestando un liviano descontento hacia los rebeldes.

En la cena, los intendentes analizaron el clima electoral, las encuestas -que brindan una situación de paridad, con una leve ventaja de Cambiemos- y la situación en el conurbano, que es el punto fuerte de todos los presentes.

Conciente de los puntos fuertes de sus adversarios, Sujarchuk expresó que “ésta es una campaña cuerpo a cuerpo, de un lado está toda la fuerza del Estado, mediática y una potencia económica enorme y de este lado hay un enorme entusiasmo, con menos herramientas”.

Sujarchuk adelantó también -materia que fue expuesta en la conferencia de prensa que encabezó este lunes Jorge Taiana- la posibilidad de un fraude electoral por parte de Cambiemos. “Cristina se mostró muy preocupada, cree que a través del sistema informático van a hacer fraude” se preocupó Sujarchuck.

Denuncias que no fueron escuchadas

En la conferencia de prensa mencionada, acompañaron a Taiana el radical K Leopoldo Moreau, la abogada Graciana Peñafort, el apoderado del PJ bonaerense Gerónimo Ustarroz y los legisladores Rodolfo Tailhade y María Teresa García.

Los representantes de Unidad Ciudadana denunciaron que el 22 de octubre el escrutinio será similar al del 13 de agosto, lento, desigual y con un resultado que no será el mismo en las primeras horas que en la madrugada.

El fundamento de la denuncia tiene que ver con que, más de un mes después de la elección, desde el Gobierno nacional y la Justicia Electoral “no se hizo nada” para evitar que se repitan las irregularidades de las PASO. Taiana recordó que el cuatro de septiembre último Unidad Ciudadana elevó una serie de solicitudes que tenían por finalidad evitar “la manipulación” de los resultados electorales. “Se realizó una presentación ante la Justicia y ante el poder político. Faltan dos semanas y todavía no hemos recibido respuesta alguna”, aseguró Taiana.

El peronismo reclamó que se realizara una auditoría sobre el software que se utilizó en la carga de datos , que fue digitado el 13 de agosto para que aparecieran primero en los medios de comunicación los resultados de los distritos favorables al oficialismo, dejando para el escrutinio definitivo -que se conoció casi un mes después- los resultados definitivos, que favorecieron a Unidad Ciudadana.

Taiana y sus compañeros solicitaron además que se aparte a la cuestionada Gendarmería del operativo de custodia de las urnas, habida cuenta de la animosidad que reina en esa fuerza contra el peronismo, que lideró las denuncias que se realizaron en su contra por la desparición de Santiago Maldonado. Esto lo manifestó Moreau, citando un radiograma interno de esa fuerza.

Finalmente, pidieron la remoción del ex director Nacional Electoral Alejandro Tullio, sospechado por ser el cerebro de la manipulación de los datos el 13 de agosto.

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