Estalló la guerra interna en el kirchnerismo porteño

Estalló la guerra interna en el kirchnerismo porteño

Nuevo Encuentro y la Cámpora se están midiendo de reojo para ver quién está más cerca de Cristina. La confrontación parece venir en espiral violenta. Qué pasó con Olmos y Santa María.


Una cuestión previa

Durante 12 años se los pudo ver operando juntos en todas las movidas que se produjeran en el Partido Justicialista de la ciudad de Buenos Aires. Uno ejerció la presidencia del partido y el otro lo sucedió en el cargo y es el actual presidente. Uno proviene del mundo de la política del distrito y el otro proviene del ámbito sindical. Cuando se hable de ahora en más de Víctor Santa María y de Juan Manuel Olmos, ya no se hablará de aquella sociedad política.

El motivo de “la bifurcada” –como hubiera definido Adrián Otero- tuvo que ver, entre otras cosas, con las posiciones con que ambos eligieron para ubicarse frente al kirchnerismo en esta etapa de nuevos alineamientos. En el caso de Olmos, él y su esposa -la legisladora María Rosa Muiños– fueron los artífices de la división del bloque del Frente para la Victoria generando el Bloque Peronista.

El problema que tiene el jefe del gremio de los porteros es que ahora se avecina una guerra intestina en el kirchnerismo y podría acontecer que quedara atrapado en una batalla que no es de él y que incluso podría llevar a que se haga trizas el armado que lo circunda actualmente.

El box que se avecina

Dentro del Frente para la Victoria conviven dos fuerzas que se sacarán los ojos de cara a las elecciones, son ellos los dirigentes de Nuevo Encuentro (NE, la fuerza nacional de Martín Sabatella) y los la agrupación La Cámpora que se definen como los soldados de Cristina. Lo que pasa es que últimamente NE se para tan cerca como MILES en el centro del cristinismo, algo que no cae nada bien en las formaciones juveniles camporistas.

En definitiva, el origen de la pelea interna del kirchnerismo pasa por ver quién es el verdadero intérprete de la voluntad de Cristina Fernández de Kirchner en la Ciudad. Todo parte de la teoría que expresa que CFK posee en la ciudad un piso del diez por ciento del electorado. Este mínimo permitiría -en una elección eventual- el ingreso de un diputado nacional y de -al menos- dos legisladores porteños. Esa representación es el tesoro que está en disputa y allí la batalla será impiadosa. El propio Santa María está acercándose –luego de su polémico y calentón tuit-,  a las huestes que confrontan por ahora de manera embrionaria, pero que verá la sangre más temprano que tarde, por razones meramente electorales.

Conclusión

Hay quienes esgrimen la teoría de que hoy por hoy, el único jugador del panperonismo que califica para las ligas mayores en la política nacional es Sergio Massa. Estos teóricos son conscientes de que el peronismo aún debe transitar su camino y definir liderazgos y aseguran que CFK -a pesar de su referencia- es ya parte del pasado y que jamás volverá a llegar a los primeros planos. A esta ecuación aún le falta la incorporación del (o los) candidatos que surja de la reconstrucción peronista.

Y además hay que ver qué fuerza termina empujando en el FpV , si van junto con el resto o por su cuenta, como aseguran. Y quién ubica al “famoso diputado”.

La resolución nacional del peronismo va a desembarcar en algún momento en la ciudad de Buenos Aires y allí estarán para recibirlos los que tengan representación política. Esa será la otra pelea que va a agitar al peronismo porteño, hoy de final abierto. Esta contienda será por el lápiz que va a elegir y que va a vetar a los futuros dirigentes partidarios y a los legisladores que van a ser la representación peronista de la Capital Federal.

Lo cierto es que, como Moscú, tampoco los peronistas creen en lágrimas, por lo que los combates serán duros pero sin tragedia.

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