“Ser mujer y judía no me facilitó las cosas”

“Ser mujer y judía no me facilitó las cosas”

Inés Weinberg de Roca es una de las opciones de Mauricio Macri para cubrir la vacante en el Tribunal Superior de Justicia. En diálogo con Noticias Urbanas, la jueza de la Cámara Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad niega su intención de jubilarse, afirma que no tiene padrino político y habla de los vínculos de su esposo con la dictadura.


El lugar que dejó el juez Julio Maier en el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad continúa sin cubrirse. Tras la conclusión de los concursos judiciales y el próximo tratamiento de las designaciones en la Legislatura no son pocos los macristas que reconocen que antes de fin de año, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, enviará al Parlamento el nombre de quien propone para dicha vacante y será aprobado. Entre las opciones que por el momento circulan entre las filas macristas, tres integrantes de la Cámara en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad contarían con chances: Esteban Centanaro, Carlos Balbín e Inés Weinberg de Roca.

?La postulación la veo lejos? No noto urgencia en llenar esa vacante?, dijo a Noticias Urbanas la única mujer entre los posibles candidatos de Macri para el TSJ, quien también sostuvo que ?pueden dar vueltas muchos nombres y luego que no sea ninguno?.

Ante los recientes cuestionamientos realizados por una ONG señalando que mantener en vilo la vacante puede condicionar a los jueces con aspiraciones a dicho cargo, la camarista remarcó que ?el buen juez no le hace caso a una posibilidad de ascenso?.

?En el derecho nuestro no es causal de excusación una situación como esta, en el derecho anglosajón en cambio, cualquier situación que pueda afectar a la independencia puede ser motivo de excusación. Lo peligroso en esta situación es que pueda percibirse en la sociedad intencionalidad, eso es lo preocupante?, reconoció la magistrada.

Weinberg de Roca fue designada como juez nacional en lo civil en el año 1993, ingresó por concurso en la Cámara CAyT porteña al conformarse el Poder Judicial local tras establecerse la autonomía de la Ciudad, fue la única mujer en el tribunal que juzgó los crímenes de la ex Yugoslavia, e integró el tribunal para los crímenes de Ruanda. ?Por firmar en disidencia en el tribunal de la ex Yugoslavia me mandaron a África y me la manqué. Me propusieron formar parte del tribunal del Líbano y dije que no porque lo que menos precisan es una juez judía. Tuve otras propuestas para integrar tribunales internacionales y esto me hizo intentar saber cuánto me faltaba para jubilarme. Creo que me faltan 5 años, estoy esperando que me responda Anses. No tengo urgencia?, comentó.

Los comentarios sobre una intención de jubilarse no fueron bien recibidos por la jueza quien no sólo resaltó que aún no contaría con los años suficientes para hacerlo, sino que también señaló que otros posibles candidatos al TSJ la superan en años y de ellos ?nada se dice sobre su edad o voluntad de jubilarse aún cuando ya tienen los años de aporte?

?A las mujeres nos sacan a relucir la edad, el marido, todo? a los hombres no. Ser mujer, judía y primera generación no me facilitó las cosas?, reconoció, remarcando que las vinculaciones que se realizan entre ella y la dictadura son ?operaciones de prensa? impulsadas por sectores políticos ya que ella no cuenta con apoyo de la política.

?Toda mi familia murió en los campos de concentración. Mi padre y madre escaparon de la Alemania nazi. A mi me llevó muchos años superar el uniforme y no verlo como enemigo. En ese contexto hay que poner las cosas en perspectiva. Lo que hizo mi marido cuando yo no lo conocía no es mi responsabilidad. Me casé en el año 88?, dijo Weinberg de Roca sobre la designación de esposo como embajador durante la dictadura militar.

Y agregó: ?Es cierto que fue embajador. También es cierto que lo fue por unos pocos meses y que renunció rápidamente. Yo creo que mi esposo es una buena persona, un buen compañero y mi mejor amigo?.

Finalmente opinó sobre la posición de quienes sostienen que quién ocupe la vacante de Maier debería ser un especialista en Derecho Penal para dotar al TSJ de una especialidad que atiende uno de los fueros de la justicia porteña y que actualmente no está presente en la actual conformación del máximo tribunal de la Ciudad. ?No estaría mal que sea un buen penalista, pero en la Corte Suprema no hay tributaristas. El derecho es uno?, concluyó.

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