Una propuesta inoportuna y desacertada

Una propuesta inoportuna y desacertada


Una mala decisión en un mal momento. De eso se trata la propuesta del Gobierno Nacional de designar a Roberto Manuel Carlés en la vacante generada ante la renuncia de Eugenio Raúl Zaffaroni en la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

El jurista elegido, lejos está de ser un académico reconocido o un profesional destacado. En consecuencia, la Presidenta parece querer desandar el camino tomado por su predecesor, su marido, cuando al frente del PEN se embarcó en la renovación de la CSJN optando por prestigiosos profesionales del derecho. La diferencia entre la renovación del máximo tribunal en el 2003 y esta propuesta muestra la degradación del kirchnerismo. Carlés peca de militante del poder político de turno al punto de desacreditar a toda oposición. Además, confunde en su propio CV aseverando asesorías negadas por sus supuestos otrora empleadores. No parece la persona indicada, ni por su idoneidad como tampoco por sus antecedentes. Son sus actitudes, y no su edad, un indicador de inmadurez para asumir un cargo de tanta responsabilidad.

El contexto elegido, a su vez, no podría ser menos apropiado. Estamos frente a una crisis republicana, en la que se está viendo la ambición de poder ilimitado por parte del gobierno. Nos enfrentamos a una intromisión por parte de la Primera Magistratura en la actuación del Poder Judicial, en un caso que la involucra directamente. Definitivamente, no resulta conveniente tratar este pliego. Un juez de la Corte Suprema tiene que tener legitimidad no sólo política, sino también de la propia ciudadanía y, hoy en día, la credibilidad del gobierno está quebrada. De hecho, estamos ante un gobierno en retirada. La CSJN bien puede funcionar bajo su actual composición. Lo más razonable es que la vacante sea cubierta cuando retomemos el camino de la institucionalidad, es decir, una vez asumido el próximo gobierno, en menos de un año.

No necesitamos desviar la atención de los temas que hoy nos están afectando tan profundamente. La oportunidad no es buena para dar este debate y semejante cargo merece una propuesta a la altura de las responsabilidades.

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