Vidal sale con la ambulancia para armar la cuarta lista peronista

Vidal sale con la ambulancia para armar la cuarta lista peronista

Cerca de ella se ufanan que ahora suman 70 intendentes. Además, sumaron a Duhalde, Rico, Ishii, Granados, Zúccaro y Cariglino. Piensan que con la "cuarta lista" le alcanza a Cambiemos para ganar.


Las fotos. En este tiempo en el que la política se maneja con “gestos” más que con hechos concretos, una foto dice realmente más que mil palabras. Y las imágenes ya comenzaron a hablar y a anticipar las estrategias políticas que se están montando en la trastienda de los campamentos políticos de Cambiemos, en la Provincia de Buenos Aires.

El 21 de agosto pasado, el intendente de San Miguel, el massista Joaquín de la Torre, renunció a esa posición para convertirse primero en ministro de Producción de María Eugenia Vidal y luego en ministro de Gobierno. Posteriormente, el siete de diciembre, siguió sus pasos el peronista Francisco Echarren, exintendente de Castelli, que arribó ese día a la Subsecretaría de Vivienda, Tierra y Hábitat provincial.

La suma no comenzó ni terminó aquí. En las cercanías de la gobernadora se felicitan porque “empezamos el año con 65 intendentes y lo terminamos con 70“. Además de Echarren y De La Torre, saltaron la valla el vecinalista Carlos Berterret (Coronel Pringles); el peronista Hernán Bertellys (Azul) y el exradical “K” Ismael Passaglia (San Nicolás).

Pero en los últimos días, Vidal se calzó el traje de camillera y se subió a la ambulancia para seguir recogiendo heridos y exiliados del peronismo. En la primera parada, la cosecha fue próspera, aunque aún es prematuro anticipar cuál será el resultado electoral que arrastrará tras de sí.

El viernes previo a la Navidad, Vidal se allegó hasta José C. Paz para inaugurar dos hospitales y entregar siete ambulancias al municipio. Además del intendente, Mario Ishii, se hicieron presentes en el lugar varios exjefes comunales, como el de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino; el de Pilar, Humerto Zúccaro y el que fuera el antecesor de Joaquín de la Torre en San Miguel, Aldo Rico.

Todos estos experonistas son hombres que juegan junto al expresidente provisional Eduardo Duhalde. El plan es el de armar la soñada “cuarta lista”, que Vidal necesita para disputar las elecciones de medio término en 2017, que le quite volumen al adversario peronista. Para armar esta opción, los expatriados tomarían los restos de la lista Unión Celeste y Blanco que construyó Francisco de Narváez en 2009 para asestar un golpe al kircnerismo. Para lograr esta opción, los operadores de Vidal ya habían entablado conversaciones -que no arrojaron resultados concretos- con Florencio Randazzo, con Julián Domínguez y con los intendentes del Grupo Esmeralda.

Hablando del exintendente de Chacabuco y expresidente de la Cámara de Diputados de la Nación, también estuvo en José C. Paz, aunque sus voceros explicaron que está trabajando en el peronismo “desde adentro” y que se mantiene expectante con los resultados del plenario que realizará el Partido Justicialista el 29 de diciembre en La Matanza.

Las aventuras políticas de Vidal están, de todas maneras, dentro de la estrategia de Macri, que si bien se maneja en la línea de lo que plantea su asesor Jaime Durán Barba, de construir una “identidad Pro” y desde ella, proyectar la continuidad de su línea político-partidaria, paralelamente acepta que la pureza Pro no le sirve para avanzar sobre la Provincia de Buenos Aires. Más aún, nadie ignora que jamás hubiera sido posible el triunfo de Vidal en la Provincia sino hubiera existido una “mano peronista subterránea” que desvió votos hacia el Pro. Esta convicción es la que empuja a la mandataria actual a buscar la repetición de esta línea, sin la cual -están convencidos- no volverán al triunfo en 2017.

Nadie le cuestiona esta decisión a Vidal dentro del Pro. Sino, para muestra basta un antecedente. El día que se cumplía el 117° aniversario del nacimiento de Perón, el ocho de octubre de 2015, Macri inauguró el primer monumento en su homenaje, rodeado por Eduardo Duhalde, Hugo Moyano, Gerónimo “Momo” Venegas, por la propia María Eugenia Vidal, en ese entonces su vicejefa de Gobierno y por el actual ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, el autor de la iniciativa del monumento.

Inclusive, ese día Macri ensayó, pletórico de emoción, una definición propia sobre el Movimiento al exclamar que “el peronismo no es prepotencia ni soberbia, el peronismo es justicia social, luchar por igualdad de oportunidades, por la pobreza cero en la argentina. Ese es el peronismo que yo reivindico”, remató.

La cuestión no es hacer peronismo desde el Pro, sino apropiarse de su historia, lo que esperan que les alcanzará para ganar una elección.

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