Las obras que le cambiarán la cara a Buenos Aires

Las obras que le cambiarán la cara a Buenos Aires

Durante 2016, la Legislatura aprobó una batería de leyes que permitirán una amplia transformación urbanística en el distrito porteño. Mayor conectividad, más espacios verdes y desarrollo en el sur.


En los próximos años, Buenos Aires lucirá de manera diferente. Una gran cantidad de obras promete
cambiarle la cara. Esto será así a partir de la concreción de numerosas iniciativas que la Legislatura porteña convirtió en ley este 2016. Comenzarán a urbanizarse villas, se remodelará el autódromo, se crearán nuevos espacios verdes, se concluirá la Villa Olímpica, habrá mayor conectividad en la zona del bajo y se apuntará mucho al desarrollo en la zona sur. Casi todos los proyectos, por contener reformas al Código de Planeamiento Urbano, fueron de doble lectura, con una audiencia pública entre ambas instancias, y necesitaron para su sanción 40 votos
como mínimo, lo que llevó, forzosamente, a la búsqueda de consensos entre el oficialismo y la oposición. Muchas de
las leyes ya fueron sancionadas definitivamente este año y esperan comenzar a concretarse. Otras, en cambio, dieron el primer paso con su aprobación en primera lectura y, quizás con algunas modificaciones, verán definitivamente la luz en 2017.

Parque de la innovación

El 19 de mayo, la Legislatura sancionó definitivamente la creación de la Agencia de BienesSociedad del Estado, una empresa que, entre sus funciones, tiene las de administrar y disponer de bienes inmuebles de dominio privado. Fue precisamente el Gobierno porteño el impulsor de esta norma, que en su segunda lectura debió incorporar, para lograr los votos aprobatorios, modificaciones planteadas por los bloques del Frente para la Victoria y Suma+. Así se reformuló la redacción del artículo referido a la transferencia de los bienes para asegurar que “toda vez que la Agencia de Bienes realice cualquier acto de disposición de algún inmueble”, lo haga “siguiendo el procedimiento fijado por la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en el artículo 82, incisos 4º y 5º, especificando el destino de los fondos”. Y también se realizaron cambios con respecto al régimen jurídico que rige el organismo y a la composición de su directorio.

Con la aprobación de su creación, se transfirieron a la Agencia de Bienes dos polígonos de la zona de Núñez en los que actualmente funciona el Tiro Federal para la creación del denominado “Parque de la Innovación”. Se trata de un centro urbano que albergará el impulso de la ciencia y la tecnología, promoviendo la radicación de empresas, universidades, institutos de enseñanza y de investigación, y servicios de emprendedorismo, desarrollo educativo e investigativo.

También se prevé la creación de residencias para estudiantes y de servicios públicos que los asistan. Según los cálculos oficiales, el Parque de la Innovación beneficiará en forma directa a más de 50 mil estudiantes, 2.500 académicos e investigadores y, al menos, facilitará la radicación de 25 institutos y laboratorios de la Universidad de Buenos Aires y otras entidades educativas.

De la venta de uno de los polígonos, se destinará el 80 por ciento al desarrollo del Parque de la Innovación y el 20 por ciento para la urbanización de las villas 31 y 31 Bis. A su vez, lo producido por la venta de 30 mil metros cuadrados del otro polígono se destinará “prioritariamente a Educación y Salud”.

De las 12 hectáreas que tendrá el Parque de la Innovación, 7,2 serán destinadas a espacio público y 4,8 serán de área verde.

Para su realización, se prevé la mudanza del Tiro Federal a otro predio similar, aunque, hasta que se produzca su elocalización, se le otorgó un permiso precario para seguir funcionando. Lo que sí continuará en el lugar bajo manejo de esta entidad es el edificio de su sede social, declarado Monumento Histórico de Nacional. La norma fue aprobada con 42 votos positivos, 16 negativos y dos abstenciones.

Villa Olímpica

Una de las zonas más beneficiadas por las leyes sancionadas este año es la Comuna 8, que contiene a los barrios de Villa Lugano, Villa Soldati y Villa Riachuelo. Allí se construirán, en parte del área comprendida por las avenidas Roca, Escalada y Fernández de la Cruz, donde años atrás funcionó el Parque de la Ciudad, las residencias que albergarán a los atletas que participarán de los Juegos Olímpicos de la Juventud en 2018. Serán 1.144 unidades funcionales de uno, dos y tres ambientes. Una vez concluidos los Juegos, al menos el 50 por ciento de las unidades deberán ser adjudicadas mediante créditos blandos a vecinos de la Comuna 8, que deberán acreditar, al menos, cinco años de residencia efectiva en el lugar. A su vez, el 100 por ciento de las unidades entregadas por sistema de leasing serán también para los residentes de la mencionada comuna.

La superficie total comprometida en esta iniciativa desarrolladora se divide en 49 hectáreas destinadas a espacios verdes, 23 hectáreas de parcelas edificadas o por edificar, con diversos usos (cuatro de las cuales pertenecen a la Villa Olímpica propiamente dicha), y algo más de siete hectáreas destinadas a salud y educación pública y para equipamiento cultural. Más del 70 por ciento del espacio será público –o destinado a infraestructura pública–, sin contar las parcelas donde se abrirán calles y se construirán veredas. Se prometen mejoras en la conectividad del barrio y su integración con el resto de la Ciudad mediante la renovación de sus arterias principales (la autopista Presidente Cámpora y las avenidas Roca, Escalada y Fernández de la Cruz), la apertura de nuevas calles y la incorporación de bulevares verdes en las calles de doble mano, para mejorar el coeficiente de absorción
de lluvias, la estética y la oxigenación. También se asegura la existencia de 490 mil metros cuadrados de espacio
verde de acceso público y libre, además de los espacios verdes del circuito que rodea el Parque Central.

“En relación a las hectáreas construibles, estas resolverán necesidades de vivienda y de servicios para quienes las habiten, por lo que, en diferentes sectores, se aprobaron los usos de residencia, comercio minorista, estacionamientos, hoteles, oficinas, escuelas públicas, universidades y establecimientos de salud, culturales y deportivos. La mitad de lo recaudado con las ventas de viviendas y espacios construibles se destinará a la realización de obras en la misma comuna: obras hidráulicas, de renovación del parque Indoamericano, de mejoras del parque Roca, de finalización del hospital Cecilia Grierson, y construcción de escuelas primarias, secundarias, jardines de infantes y centros culturales, entre otras. El restante 50 por ciento de lo recaudado deberá utilizarse en la urbanización de la Villa 20”, explicó a Noticias Urbanas el legislador Agustín Forchieri (Pro), quien, desde la presidencia de la Comisión de Planeamiento Urbano, fue una figura clave para el tratamiento y posterior sanción de las iniciativas aprobadas este año. “Con Villa Olímpica, Buenos Aires tendrá un nuevo barrio luego de más de 20 años. Estamos construyendo ciudad donde no la había, llenando los vacíos con hogares, parques, escuelas, hospitales y comercios. Así, los vecinos no necesitarán recorrer grandes distancias para trabajar o acceder a los servicios esenciales”, añadió Forchieri. El proyecto de ley fue presentado por el Poder Ejecutivo porteño, aprobado en primera lectura el 1 de septiembre y sancionado definitivamente el 24 de noviembre con 46 votos positivos y 10 negativos.

Renovación del autódromo

La Comuna 8 también será testigo de la recuperación del autódromo Oscar y Juan Gálvez, al que, tras años de desinversión y mala administración de sus concesionarios, el Gobierno porteño busca reposicionar como escenario principal del automovilismo y motociclismo nacional y convertirlo en sede de eventos de primer nivel mundial. Para ello, la ley –sancionada definitivamente el 7 de diciembre– contó con el apoyo del Automóvil Club Argentino, la Asociación de Corredores de Turismo Carretera, la Federación Argentina de Motociclismo, la Asociación de Fabricantes de Automotores y la Asociación de Concesionarias de Automotores.

Para fomentar el nuevo tejido urbano y regenerar el dañado, los actuales límites del autódromo cederán ante las calles del barrio, que llegarán hasta las tribunas y la pista, favoreciendo la continuidad y la integración, y ganando miles de metros de espacios verdes, equipamiento y vía pública. De la superficie total actual de 190 hectáreas, 147 permanecerán afectadas al área deportiva y 43 se incorporarán en el área urbana. Estas últimas se dividirán en 21,9 hectáreas destinadas a nuevos equipamientos privados y 21,1 hectáreas de uso público, consistentes en equipamiento público, espacios verdes, calles, bulevares y veredas. En la zona donde se permitirá el equipamiento podrán establecerse distintos emprendimientos ligados a la temática del automotor y el motociclismo. De esta manera, se podrá financiar la puesta en valor y el mantenimiento del autódromo y generar trabajo tanto en su construcción como, luego, en su funcionamiento permanente. El cálculo oficial estima la creación de unos 13 mil empleos vinculados a la recuperación del Gálvez.

Villas 20, Rodrigo Bueno y Fraga 

La Villa 20, ubicada entre avenida Fernández de la Cruz, avenida Escalada, Larrazábal y las vías del ferrocarril General Belgrano, es uno de los asentamientos cuya urbanización fue ordenada por ley este año. El proyecto fue presentado por la legisladora del Pro Lía Rueda, con el acompañamiento de sus compañeros de bloque Carmen Polledo, Francisco Quintana y Maximiliano Sahonero.

La ley, aprobada de forma definitiva el 24 de noviembre, establece la creación de una Mesa de Gestión Participativa (MGP) para garantizar la participación activa de los vecinos del barrio en todas las etapas del proceso reurbanizador. Esta mesa estará conformada por representantes del Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC); la Subsecretaría de Hábitat e Inclusión Social del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño; delegados, vecinos y organizaciones sociales y religiosas con presencia en el barrio; representantes de los ministerios de Ambiente y Espacio Público, y de Desarrollo Urbano y Transporte, de los ministerios públicos de la Defensa y Tutelar, de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, de la Procuración General porteña, de la Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Nación, de la Subsecretaría de Hábitat y Desarrollo Humano de la Nación, y un referente de cada una de las empresas prestatarias de servicios. El IVC y la Subsecretaría de Hábitat serán los responsables de ejecutar las diferentes etapas del plan de reurbanización, manteniendo constante diálogo con la Mesa de Gestión Participativa.

Las nuevas viviendas –se calcula la construcción de 1.600 en dos etapas– estarán dirigidas a la población de la Villa 20 registrada en el censo que el IVC llevó a cabo en 2016 y la Defensoría del Pueblo en 2014.

Las viviendas serán entregadas por el IVC una vez finalizadas y con las conexiones a los servicios completas. Las empresas adjudicatarias de las construcciones deberán contar con un porcentaje de mano de obra del barrio a definirse y respetar el marco de los convenios colectivos de trabajo.
El Gobierno porteño, además, deberá promover una línea de créditos para que aquellas familias que deseen relocalizarse fuera del barrio puedan encontrar una solución habitacional definitiva.

Con una operatoria muy similar se procederá también a la reurbanización de los barrios Rodrigo Bueno y Villa Fraga, conocida también como Playón Chacarita. El primero de estos proyectos, que busca integrar al tejido urbano el asentamiento ubicado en la zona ribereña comprendida entre la avenida España, la Reserva Ecológica Costanera Sur y el canal que lo separa de los terrenos de la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors, pertenece a Javier Gentilini (Frente Renovador). A la hora de redactarse la ley, aprobada en primera lectura el último 15 de diciembre, también se tomaron en cuenta las iniciativas presentadas por la Defensoría del Pueblo porteña, por el delegado del barrio Luis Espinoza y por los legisladores Sahonero,  Polledo y Quintana (Pro).

En el caso del Playón Chacarita, el proyecto inicial pertenece a la diputada Rueda, quien, nuevamente, contó con el apoyo de Polledo y Quintana. La urbanización fue aprobada, también en primera lectura, el último 15 de diciembre. Durante la sesión, en la que actuó como miembro informante, Rueda, quien preside la Comisión de Vivienda, destacó “la decisión del jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, de urbanizar las villas de la Ciudad de Buenos Aires”. Y concluyó diciendo que “juntos se puede”. La Villa Fraga se encuentra emplazada en los terrenos lindantes con la estación Federico Lacroze del ferrocarril Urquiza, delimitada por las vías del ferrocarril y enmarcada entre las calles Fraga, Teodoro García, Céspedes, Guevara y la avenida Elcano.

Villas 31 y 31 Bis

En agosto de este año, el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, anunció un ambicioso plan para urbanizar las emblemáticas villas 31 y 31 Bis de Retiro, una vieja deuda  sobre la cual hay un mandato legal que nunca se cumplió. Prometió que para 2019, ambas villas se convertirían en un barrio más de la Ciudad. La urbanización
contempla la construcción de nuevas viviendas, la mudanza del Ministerio de Educación porteño y la construcción
de un polo educativo en el lugar; el tendido de redes de agua potable, cloacas y desagües pluviales; la colocación de luminarias; el cableado de servicios; la pavimentación de calles y el corrimiento de la autopista Illia, que atraviesa y divide los asentamientos. También, la refacción del 80 por ciento de las viviendas existentes. Se calcula que en las villas 31 y 31 Bis habitan alrededor de 43.200 personas.

Como parte de ese plan, la Legislatura porteña autorizó al Poder Ejecutivo, el 1 de diciembre, a contraer uno o más empréstitos tanto en el mercado local como internacional, por un monto de hasta 170 millones de dólares, con un plazo de amortización mínimo de un año.

Seis días después, también como parte del proceso urbanizador en las villas 31 y 31 Bis, el parlamento local aprobó en forma definitiva la ley que autoriza construir una nueva traza de la autopista Arturo Illia, desde su empalme con la avenida 9 de Julio hasta la actual estación de peaje. En lo que hoy es la traza de la autopista urbana, se proyecta hacer un gran espacio verde lineal de 1.300 metros de extensión. Para eso se prevé construir un nuevo trayecto de la autovía, de 1.900 metros de largo, dos puentes y otras obras de infraestructura. Para asegurar la relocalización de los vecinos que viven debajo de la autopista y que deberán ser movidos del lugar (ese fue el punto que más protestas generaba), se dispuso que el Gobierno de la Ciudad deberá garantizarles una “solución habitacional definitiva”, tomando “como referencia parámetros establecidos en la Ley 3.343” (que es la ley de urbanización de las villas 31 y 31 Bis que se aprobó en 2009).

La nueva traza a construirse comenzará a la altura de la intersección 9 de Julio y Avenida del Libertador; será una estructura mixta de acero y hormigón, con cuidados estéticos, de 1.900 metros de largo y tres carriles de 3,65 metros cada uno en cada una de las manos (seis carriles en total). Hubo tres alternativas de recorrido y se terminó optando por una que pasará por encima de la avenida Brigadier Juan Facundo Quiroga, bordeando el parque Thays, el Centro de Exposiciones, la Facultad de Derecho, hasta unirse con la traza de la autopista actual a la altura de la estación de cobro de peaje. La ley autoriza al Poder Ejecutivo a modificar el proyecto en una proporción no mayor al 20 por ciento. Quienes votaron en contra del corrimiento, entre ellos, el Frente para la Victoria, Suma+, el Partido Socialista Autónomo y la izquierda, consideraron la obra como un gasto innecesario. “La nueva traza es de casi 2.000 millones de pesos, lo que equivale a la construcción de 80 escuelas completamente equipadas o viviendas para 1.200 personas. Queremos invertir en la urbanización y no en una nueva autopista”, expresó el legislador Juan Francisco Nosiglia, de Suma+. A favor votaron el Pro, la Coalición Cívica, Confianza Pública y el Partido Socialista. El Bloque Peronista, por su parte, se abstuvo.

Área Buenos Aires Centro 

Tampoco estuvo exenta de polémicas la aprobación, por parte de la Legislatura porteña, de la ampliación de calles en las que se prohibirá la circulación de automóviles particulares. El proyecto, denominado, “Área Buenos Aires Centro”, fue presentado por la legisladora Cristina García de Aurteneche (Pro) y contó con el acompañamiento de las firmas de Carmen Polledo, Daniel del Sol, Francisco Quintana, Roberto Quattromano y Claudio Niño.

A partir de la sanción de esta ley, las cuadras del microcentro de la Ciudad de Buenos Aires con veda vehicular en horarios laborables se multiplicarán por tres, mediante una aplicación gradual que se iniciará el 1 de abril de 2018 y concluirá en julio de 2019.

Hasta ahora, la veda regía en las calles que están dentro del polígono formado por avenida Alem, Viamonte, Carlos Pellegrini y Avenida de Mayo. Con la nueva norma se dispuso que esa zona se extenderá hacia los alrededores de Tribunales (el área entre Avenida de Mayo, Cerrito, avenida Córdoba y Montevideo) y se ampliarán las restricciones del denominado microcentro hacia el sur (casco histórico) hasta la avenida Belgrano, entre Paseo Colón y Bernardo de Irigoyen; y hacia el norte, hasta la avenida Santa Fe.

A partir del 1 de abril de 2018, las restricciones al tránsito en las nuevas zonas del microcentro ampliado serán entre las 11 y las 16 en días laborables. Desde el 1 de octubre de 2018 se aplicará esa restricción, también desde las 11 a las 16 en el polígono de la zona de Tribunales. Y desde el 1 de julio de 2019 se aplicará esa veda sobre todos los sectores mencionados durante nueve horas diarias.

También se creará un registro para los vehículos autorizados a circular (Rebac) y en algunos casos se cobrará un canon, pero siempre con carácter restrictivo en cuanto a la circulación. En ese nuevo microcentro ampliado solo habrá tránsito libre por las avenidas y en las calles regirá una estricta prohibición de estacionamiento. Se considerarán usuarios del Área Ambiental Buenos Aires Centro con obligatoriedad de permiso de ingreso oneroso a los propietarios o locatarios mensuales de cocheras, los remises no registrados en la Ciudad, los vehículos de turismo que operen en el centro, los autos de hoteles del área que cuenten con cocheras o dársenas de ascenso y descenso.

Se considerarán usuarios exentos de pago del permiso de ingreso pero con obligación de registrarse en el Rebac a los residentes en las calles de esas zonas que tengan cocheras propias o alquiladas, automotores de servicios públicos debidamente identificables, el transporte postal o bancario, servicios fúnebres, distribución de diarios, camiones de hormigón, auxilios mecánicos, móviles de radio y TV y los padres, tutores o encargados de escolares que concurran a establecimientos estatales o privados dentro del área.

Podrán circular libremente sin necesidad de permisos los vehículos de emergencias (como ambulancias o bomberos), los colectivos del transporte público de pasajeros urbanos y suburbanos, los transportes de escolares, las motos que realicen mensajería urbana o reparto de mercadería a domicilio, los taxis y los remises autorizados de la Ciudad.

La principal oposición a la ley provino de los propietarios de garajes, quienes temen sufrir grandes pérdidas a causa de la restricción.

Paseo del Bajo
Una obra que impactará tanto desde lo visual como por el efecto que tendrá en el transporte es la creación del Paseo del Bajo, sancionada en primera lectura por la Legislatura el 15 de diciembre pasado, a propuesta del Poder Ejecutivo. Se trata de un corredor vial de más de seis kilómetros de extensión, frente a Puerto Madero, que conectará el Puerto de Buenos Aires y la autopista Buenos Aires-La Plata con la autopista Illia. Por sus carriles, que estarán construidos en trinchera, circularán exclusivamente micros y camiones. La obra costará 650 millones de dólares y prometen que estará lista para los primeros meses de 2019. La nueva autopista apunta a descomprimir el tránsito sobre Huergo y Alicia Moreau de Justo y brindar acceso directo para camiones al puerto y a la terminal de Retiro. Sobre la autopista habrá cruces peatonales y se extenderá un bulevar de plazas arboladas.

También se construirán más kilómetros de ciclovías y centros de EcoBici. Para financiar las obras del Paseo del Bajo, la Legislatura aprobó en primera lectura una ley que ratifica un convenio urbanístico suscripto entre el Poder Ejecutivo de la Ciudad, la Administración de Bienes del Estado y el Ministerio de Transporte de la Nación que habilita la venta de tierras en Catalinas Norte para futuros emprendimientos inmobiliarios. A su vez, otra norma que recibió aprobación inicial permite la enajenación de una fracción de terrenos pertenecientes a la Corporación Antiguo Puerto Madero SA en el Dique 4. Se calcula que lo producido por las futuras operaciones posibilitará costear el 50 por ciento de las obras.

Manzana 66 y parque de la estación

Dos leyes recientemente aprobadas prometen dotar de más espacio verde a un barrio que lo pide a gritos: Balvanera, que cuenta con solo 0,4 metro cuadrado de espacio verde por habitante. Se trata de los proyectos denominados “Manzana 66” y “Parque de la Estación”. El primero, aprobado el 24 de noviembre en primera lectura (falta su sanción definitiva), creará 9 mil metros cuadrados de espacio verde en la Comuna 3 (Balvanera y San Cristóbal), a partir de la toma de posesión de un terreno ubicado delimitado por las calles Catamarca, Moreno, avenida Belgrano y avenida Jujuy, en donde se construirá un parque, y en donde actualmente funcionan canchas de fútbol para alquiler.

Para obtener los terrenos, el Ejecutivo suscribirá un contrato de permuta, haciendo entrega de un predio que posee entre las calles Vedia, Pico y avenida San Isidro Labrador, en el barrio de Saavedra. Este predio, a su vez, será subdividido, por lo que quedarán 2.700 metros cuadrados libres para la construcción de un nuevo espacio público en Saavedra. De esta manera, la iniciativa beneficiará tanto a la Comuna 3 como a la Comuna 12. El proyecto, que en su primera lectura cosechó 45 votos positivos y 10 abstenciones, pertenece a un vecino llamado Alberto Aguilera y fue impulsado por legisladores de diferentes bloques.

A su vez, el Parque de la Estación, cuya creación fue sancionada de manera definitiva y por unanimidad por los diputados porteños el 7 de diciembre, es una iniciativa que también se originó de manera vecinal y que fue impulsada por Carlos Tomada (FpV) y Marcelo Guouman (Suma+), quienes presentaron diferentes proyectos, acompañados por sus respectivos bloques.

El nuevo espacio verde tendrá lugar en los terrenos linderos a la terminal ferroviaria Once de Septiembre del ferrocarril Sarmiento.

Los terrenos sobre los cuales se va a trabajar, que serán divididos en cuatro zonas, son dos polígonos. El primero está delimitado por Díaz Vélez, Gallo, Perón, Anchorena, el límite con el Área Operativa Ferroviaria y Sánchez de Bustamante; mientras que el segundo se encuentra ubicado entre Anchorena, Mitre, Sánchez de Bustamante y el límite con el Área Operativa Ferroviaria.

“Esta ley es un triunfo de los vecinos y comuneros que vienen peleando hace más de 16 años. Los barrios de Balvanera y Almagro son los barrios con menos espacios verdes de la Ciudad. Era urgente convertir los terrenos ferroviarios degradados de la estación Once en un gran parque público con participación ciudadana en el diseño y en el plan de manejo”, afirmaron desde el bloque del FpV, que conduce Tomada. Por su parte, Guouman destacó los consensos con los que se arribó a la sanción de la norma.

En la instancia de creación del parque se garantizará la participación ciudadana a través de una Mesa de Trabajo y Consenso, que estará coordinada por autoridades gubernamentales y de las Juntas de las Comunas 3 y 5.

Resultados a mediano plazo

Esta enorme batería de leyes sancionadas, que incluye Villa Olímpica; Autódromo; villas 31, 31 Bis, 20, Rodrigo
Bueno y Fraga; autopista Illia; Parque de la Estación; Manzana 66; Área Ambiental Buenos Aires Centro, y Paseo del Bajo y Parque de la Innovación, promete transformar profundamente a la Ciudad de Buenos Aires en el mediano plazo. En unos pocos años sabremos si se trata de una nueva realidad o si estas normas engrosarán la lista del olvido, junto a otras como la red de subtes aprobada en 2001, que incorporaba las líneas F, G e I y que hoy sigue sonando a ciencia ficción. Que el Gobierno porteño pueda plasmar en hechos concretos la fría letra de las nuevas leyes es el gran desafío que tiene por delante. De lograrlo, Buenos Aires será mucho más habitable para sus ciudadanos.

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