“La condición para armar Cambiemos es que nos dejen competir”

“La condición para armar Cambiemos es que nos dejen competir”

En una entrevista con NU, el jefe del bloque de Suma+, Hernán Rossi, habló de las diferencias con el Pro y de la candidatura de Lousteau. También opinó del Gobierno de Larreta: villas, salud y Uber.


No llega a ser la ciudad de la furia, pero es una ciudad en plena ebullición política. La posibilidad de que Martín Lousteau sea candidato en la Capital hace que Cambiemos cruja. El radical Hernán Rossi es el jefe del bloque de Suma+ en la Legislatura porteña. Lo que significa que lidera el bloque parlamentario del embajador en Washington y líder de ECO.

Rossi nació en Colonia Aldado, un pueblo de Santa Fe, y comenzó su militancia política en la Universidad Nacional del Litoral con Franja Morada. En 2004 fue presidente de la Juventud Radical y desde 2013 es legislador porteño.

El cimbronazo que provocó la acusación de Lousteau acerca de que Cambiemos no se armó en la Ciudad por culpa del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, fue una divisoria de aguas en la política local. “Martín recordó que ya en 2015 nuestro espacio le propuso una primaria al Pro. Entonces Cambiemos estaba en plena formación y en la Ciudad debía elegirse jefe de Gobierno. En esa contienda, el Pro eligió ir en soledad y allí se gestó, como consecuencia, nuestro frente ECO. Ahora vuelve a ocurrir lo mismo: nosotros estamos dispuestos a armar Cambiemos con la condición de poder competir con nuestros candidatos y nuestras ideas en una primaria de la alianza. Y el Pro se niega. Si esta negativa persiste, pareciera que no nos queda más alternativa que repetir la experiencia de hace un año y medio”, amenazó Rossi, al dar su opinión sobre la acusación realizada por el máximo referente de ECO.

–¿Cómo afecta en el armado electoral porteño lo que se resolvió en la cumbre de Olivos, entre el Pro y la UCR, sobre la creación de una Mesa de Cambiemos en la Ciudad?

–Nosotros siempre estaremos dispuestos al diálogo, el cual, por otra parte, nunca se ha roto. Hay cordialidad entre los dirigentes de ambas fuerzas más allá de lo lejos que estamos de acercar nuestras posiciones. Bienvenidas todas las mesas. Nosotros le hemos dicho a nuestro partido nacional, la UCR, que nuestra posición es decir que sí a Cambiemos pero con primarias, que no es otra cosa que el espíritu de la Convención de Gualeguaychú, cuando la UCR aceptó conformar Cambiemos compitiendo con candidatos propios. En ese momento, Ernesto Sanz asumió esa tarea como precandidato a presidente. Hemos recibido la solidaridad del partido nacional, aunque, claro está, ellos tienen todo un país de que ocuparse.

–Con base en eso, ¿qué opina de la posible candidatura de Lousteau en la Ciudad? ¿Está de acuerdo en que compita y enfrente al Pro?

–Todos en el frente ECO somos conscientes de la expectativa que nuestra presencia generó y continúa generando en el conjunto de los porteños. Los que nos votaron y los que no lo hicieron saben que nuestro espacio ejerce hoy una oposición de carácter constructiva que hace más competitiva y también más previsible la política porteña. Por tanto, es nuestra obligación hacer que ECO esté presente, con sus propuestas y sus candidatos en 2017. Pienso que sería estupendo que esa presencia se cristalice con la candidatura de nuestro máximo referente, Martín Lousteau. Sé, al mismo tiempo, que esa es una decisión colectiva que requiere de un análisis más profundo, dado el tipo de responsabilidad que hoy ejerce Martín. En los próximos meses dilucidaremos esa incógnita. Todavía falta mucho.

–¿Cómo ve el año electoral y las elecciones legislativas? ¿Tiene intenciones de volver a ser candidato a diputado porteño?

–En lo personal, como todos en ECO, estaré donde el conjunto del espacio decida que deba estar. Estas elecciones son muy importantes para debatir temas de la Ciudad, tras casi diez años de gestión del Pro. Una gran oportunidad para equilibrar las mayorías legislativas y potenciar, desde nuestro lado, las chances de ECO de gobernar la Ciudad a partir de 2019. Las vivo, por lo tanto, con una gran intensidad y expectativa.

–¿Qué opinión tiene del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta?

–Me gusta analizar los nueve años de gestión del Pro, no al Gobierno de Larreta. Hay una enorme continuidad, por algo el actual jefe de Gobierno fue jefe de Gabinete durante ocho años. Es un gobierno que tiene las prioridades en un lugar que a nuestra fuerza no satisface. La salud y la educación públicas no han parado de deteriorarse. Como el poder adquisitivo de la mayoría de los porteños está por encima de la media nacional, esto se disimula con una gran transferencia al sector privado. Pero los porteños queremos más y mejor salud y educación pública, la usemos o no. Los que no la usan, quieren volver a hacerlo, quieren sentirse orgullosos de estos dos elementos esenciales que debe brindar el Estado. Finalmente, más allá del marketing que pretende mostrar al jefe de Gobierno en diálogo permanente con los vecinos, creo que, paradójicamente, en el rubro participación ciudadana, el Pro se saca un cero. Demasiadas medidas inconsultas, mucha falta de diálogo. A nivel de las comunas, que es donde más se debiera producir, hay una virtual cancelación del debate. La prueba es que todo se judicializa, pues a los vecinos no les termina quedando otra alternativa cuando ven vulnerados sus derechos. Eso no es bueno para la democracia.

–El año pasado, la Legislatura porteña avanzó en la aprobación de la urbanización de las villas, ¿cómo ve la política de Rodríguez Larreta en este tema?

–La urbanización de villas es un tema que ha estado, como la política de vivienda en general, ausente de las prioridades del Pro en los muchos años que viene gobernando. Ahora hay una decisión de empezar a ocuparse del tema y, de hecho, en el presupuesto que votamos hacia fin del año pasado le hemos dado mucha plata al Ejecutivo para cumplir con esa promesa. También hemos votado de manera exprés en primera lectura los proyectos de urbanización que nos han remitido, como los casos de Villa 20 o Villa Fraga, aun cuando nos parecían proyectos deficientes. Lo hicimos porque hace demasiado tiempo que los vecinos están esperando y porque confiamos en poder mejorarlos en segunda lectura. Entonces, se puede decir que hay cierto avance en materia de urbanización. Ahora: ¿cuántas villas y asentamientos hay en la Ciudad? Treinta y ocho. Sí, treinta y ocho. Y Pro nos manda proyectos para avanzar con dos villas pequeñas. La única grande es la 31 y 31 Bis, y ya nació con polémica, pues pareciera que es más importante hacer la nueva traza de la autopista Illia que la relocalización de las viviendas que están debajo de la traza actual. Entonces debo decir que es muy insuficiente la respuesta que el Gobierno de Larreta hace en esta materia. Y lo que hace, entendemos que lo hace mal.

–¿Cómo ve la situación del transporte público y la polémica que se generó con Uber?

–No me gusta cómo resuelve el Gobierno el tema de la movilidad. Los porteños nos movemos cada vez peor con un gran impacto negativo en nuestra calidad de vida. Vivimos peor si tenemos que utilizar cada vez más de nuestro tiempo libre en trasladarnos y encima mal. En nueve años, todo lo que puede mostrar Pro en materia de movilidad es el metrobús y las ciclovías, dos respuestas a nivel de superficie. Yo me propondría duplicar, en 20 años, nuestra red de subtes. Pero qué bueno que me preguntás por Uber, porque creo que nos permite ejemplificar adecuadamente cómo un gobierno que se presenta como modernizador es, en verdad, conservador y muy apegado a gobernar con las corporaciones. Uber y las aplicaciones que ofrezcan servicios similares pueden venir a aportar mucho en materia de movilidad de calidad y precio en la Ciudad. Por algo los ciudadanos las eligen, todas las encuestas lo afirman. A nosotros se nos ha acusado de defender a empresas que operan fuera de la ley. ¡Todo lo contrario! ECO propuso desde el primer día que a Uber había que regularlo y hay un proyecto en la Comisión de Transporte de nuestra autoría para que pague impuestos y cumpla con las normativas de seguridad. En lugar de eso, el Gobierno porteño decide que el camino es prohibirlo, sin darle la chance de enmarcarse en la ley. No tengo que decir cómo terminan todas las propuestas prohibicionistas. Nos estamos perdiendo una gran oportunidad, de generar fuentes de trabajo alternativas, que no compiten con las de los medios de transportes vigente sencillamente porque la naturaliza de este servicio es distinto a esos otros medios, como taxis, remises o colectivos. Uber ayudaría, además, a descomprimir el tránsito toda vez que aprovechamos mejor cada auto particular que se mueve por nuestras calles.

–Por último, ¿qué análisis hace de la situación de los hospitales porteños y la gestión que lleva adelante Larreta al respecto?

–La política de salud es de vaciamiento del hospital público. En forma gradual, pero es de achicamiento y vaciamiento. Se desalienta la permanencia de los mejores profesionales, que terminan pasándose al sector privado. Se invierte deficitariamente en infraestructura y equipamiento para producir una derivación creciente al sector privado. En materia de salud mental, la política del Pro es vergonzosa. Me atrevo a decir que hay relación directa en el aumento de gente en situación de calle en nuestras ciudades y la externación indiscriminada de nuestros centros de salud mental. Que no se me malinterprete: yo estoy de acuerdo con la tendencia mundial de evitar que los pacientes de salud mental permanezcan toda la vida en los centros de salud, pero el destino no puede ser la calle.

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