Ganancias: obtuvo dictamen pero continúan las negociaciones

Ganancias: obtuvo dictamen pero continúan las negociaciones

Cambiemos modificó el texto original incorporando un impuesto al juego, pero no consiguió apoyo opositor: los bloques de Massa y Bossio firmaron un proyecto conjunto.


Con las negociaciones aún abiertas, obtuvo dictamen en la Comisión de Presupuesto de Diputados, el proyecto para modificar el impuesto a las Ganancias, que terminó por unir a los bloques de Sergio Massa y Diego Bossio, aunque triunfó la propuesta de Cambiemos.

El proyecto será tratado el martes en el recinto, y el oficialismo –que aceptó cambios al texto original- espera reunir votos de la oposición, aunque el jueves dejó en claro que no está dispuesto a elevar más del 15 por ciento el mínimo no imponible.

El interbloque oficialista tampoco accedería a gravar con impuestos a la renta financiera, ni daría marcha atrás con la quita de retenciones a la actividad minera.

La iniciativa de Cambiemos avanzó en una reunión donde no faltaron los cruces con el Frente para la Victoria, que firmó su propio dictamen encabezado por el exministro de Economía, Axel Kicillof, mientras que el aliado Carlos Heller fue por una propuesta alternativa.

El dato de color fue que la UCR suscribió el dictamen mayoritario en disidencia, ya que las escalas del monotributo se actualizan un 50 por ciento y no el 100 por ciento, como había sido pactado con la Casa Rosada.

Los tres bloques del peronismo coincidieron en la necesidad de establecer un mecanismo automático de actualización del impuesto, aunque con diferentes métodos.

Así, mientras que el bloque Justicialista planteó que el criterio sea el Salario Mínimo, Vital y Móvil, el FpV propuso que la AFIP determine a fin de año cuál es el salario de corte para que se pague Ganancias a partir del primer decil, es decir, el 10 por ciento de los asalariados.

Durante la discusión, el titular de la Comisión de Presupuesto, Luciano Laspina (Pro) confirmó que el Gobierno no está dispuesto a subir aún más de lo estipulado, el mínimo no imponible, esto es, el piso a partir del cual se paga Ganancias.

“Los que mantuvieron el MNI en 15 mil pesos ahora quieren que en 12 meses lo llevemos a 60 mil pesos. Les pedimos disculpas, pero no podemos”, aseveró el macrista, en una crítica a la propuesta del bloque Justicialista.

Y agregó: “Hemos puesto al MNI en lo más alto de Latinoamérica, con la excepción de Colombia. Lo que estamos haciendo con el impuesto es lo más progresista y equilibrado que podemos proponer hoy”.

El argumento no convenció a la oposición. “No podemos acompañar la suba del 15 por ciento cuando el Gobierno prevé un aumento salarial del 21 por ciento y los convenios colectivos también van a terminar superando esa cifra. El MNI tiene que superar esas expectativas”, explicó Pablo Kosiner (Justicialista).

Otro reclamo que atravesó todo el debate fue incorporar a los jueces bajo la órbita de este impuesto, aunque Laspina evitó responder si la propuesta será aceptada.

A ello se sumaron las críticas por la gran cantidad de trabajadores que con la reforma pasarían a tributar Ganancias. Según Kicillof, antes de la última actualización del MNI pagaban este impuesto 1.150.000 asalariados, que luego pasaron a ser 2 millones: “No podemos meter a más gente a pagar impuesto”, coincidió Marco Lavagna, referente económico del massismo.

El dictamen de minoría del bloque Justicialista y el Frente Renovador, contó, además, con respaldo de Alicia Ciciliani (Partido Socialista), mientras que Néstor Pitrola, del Partido Obrero en el Frente de Izquierda, firmó un dictamen unipersonal.

Los cambios

Laspina enumeró una a una las modificaciones que el interbloque accedió a incorporar.

Así, precisó que se podrán deducir los alquileres hasta un 40 por ciento, y que también, se reestablecerá la posibilidad de deducir al cónyuge, que en el proyecto original estaba vedada.

A su vez, se actualizarán las escalas del monotributo y se podrán deducir viáticos, “un viejo reclamo de la CGT”, expresó el macrista.

Para financiar la merma total, se creará un impuesto al juego, que será indirecto para las apuestas y directo para las máquinas tragamonedas. Con este nuevo tributo, el Gobierno espera recaudar entre 6000 y 7000 millones de pesos.

 

 

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