“El Gobierno raya la ilegalidad en su tratamiento del conflicto docente”

“El Gobierno raya la ilegalidad en su tratamiento del conflicto docente”

Noticias Urbanas dialogó Daniela Bambill, directora general del Instituto Independencia, quien criticó a Vidal y Macri por el tratamiento del conflicto docente en la Provincia.


La directora general del Instituto Independencia, Daniela Bambill, cuestiona duramente la manera en que el gobierno de María Eugenia Vidal ha encarado la negociación del conflicto docente y también le apunta a la administración nacional de Mauricio Macri.

Para esta dirigente peronista especializada en cuestiones relativas a la educación, el gremio de los docentes es, en la actualidad, “la punta de lanza de los reclamos de los trabajadores”. Este conflicto, la iniciativa del macrismo de bajar la edad de imputabilidad y la reconstrucción del peronismo bonaerense son algunos ejes de la charla que Bambill mantuvo con Noticias Urbanas.

 

–Usted, que por años estuvo ligada a la actividad docente en las escuelas públicas, ¿cómo ve el conflicto entre el Gobierno bonaerense y los maestros?

–El Gobierno provincial ha decidido tomar la negociación gremial como un conflicto cuasi imposible de resolver. Está llevando adelante acciones que rayan la ilegalidad. El destrato a los dirigentes gremiales, que llevan el mandato de las bases, es inaudito. El Gobierno nacional incumple la ley al no convocar a paritarias nacionales y la gobernadora Vidal recurre al discurso simplista y de golpe bajo para desligarse de la responsabilidad superlativa del Estado, que es garantizar la educación pública y de calidad. Las amenazas a los dirigentes, la insólita burla del presidente Macri en la Asamblea Legislativa, las dilaciones y las operaciones mediáticas evidencian la impericia de Cambiemos frente a la tarea de gobernar. Realmente, preocupa la indolencia con la que se manejan frente a temas centrales para la población. Hoy el gremio docente es la punta de lanza de los reclamos de los trabajadores. El Gobierno juega al desgaste, pero intuyo que esta vez no es un juego prudente. La sociedad vivencia demasiados infortunios a raíz de la matriz económica e ideológica que lleva adelante la administración Macri. Eso genera empatía con el reclamo docente. Es de esperar que terminen acordando en algún momento, habrá que ver quién cede. Si me pregunta, espero que sea el Gobierno y no los docentes. La lucha también es enseñanza.

 

–¿Qué opina sobre la iniciativa del Gobierno nacional para bajar la edad de imputabilidad en los delitos?

–La iniciativa de bajar la edad de imputabilidad responde a un supuesto reclamo social, digo “supuesto” porque es parte de la construcción del inconsciente colectivo a través del bombardeo sistemático de los medios hegemónicos. Cuando uno observa los números concretos respecto de la delincuencia, los menores en conflicto con la ley tienen un porcentaje mínimo en hechos delictivos. La solución no es la baja en la edad de imputabilidad. Supongamos que se concreta; con la lógica que manejan quienes abogan por ella, en unos años deberíamos bajarla nuevamente, la edad de delinquir bien podría bajarse hasta el límite de inimputabilidad nuevamente. Supongamos que se sanciona una norma que recurra al proceso y privación de la libertad para los menores en conflicto con la ley, ¿cuál sería la respuesta del Estado para esos menores? ¿De qué manera se prevé la reinserción social? Recién, usted me preguntaba sobre el conflicto docente. Con un Gobierno que descree de la educación pública, ¿qué expectativas se puede tener frente a niños y niñas en situación de vulnerabilidad social?

 

–¿Qué tratamiento de parte del Estado deberían tener los menores que delinquen?

–El tratamiento del Estado debe ser integral. Garantizando, realmente, la igualdad de oportunidades se estaría evitando el desborde de algunos jóvenes frente a la realidad del sistema expulsivo que genera desesperanza y apatía en estos jóvenes. La estigmatización de la juventud y, mucho más, de la juventud en situación de vulnerabilidad es una macabra manera de discriminación. Los apóstoles de la mano dura y la baja en la edad de imputabilidad son los mismos que miran para otro lado frente a las aberrantes maniobras de corrupción en las que está involucrado el mayor porcentaje de funcionarios, comenzando por el Presidente. Realmente, es un despropósito plantear hoy, nuevamente, como respuesta a la inseguridad ciudadana, la baja de imputabilidad.

Oriunda de Avellaneda y proveniente de una familia radical, Bambill se define peronista “por convicción” y, desde mediados del año pasado, dirige el Instituto Independencia, un espacio de debate abierto tanto a funcionarios como a militantes en el territorio provincial. Allí se discuten ideas y estrategias políticas.

 

–Como militante peronista, ¿qué entiende que debería hacer el justicialismo para reorganizarse en el territorio bonaerense y disputar el poder?

–El peronismo bonaerense está en el camino de reacomodamiento después de la derrota electoral. Más allá del folclore que nos sitúa en una supuesta “interna permanente”, la dirigencia bonaerense está trabajando en función de la unidad para enfrentar los desafíos que se vienen. La coyuntura es, en extremo, preocupante, y la responsabilidad de la dirigencia es constituir una clara alternativa al desgobierno de Cambiemos.

 

–¿Cree que Cristina Fernández debería presentarse en las próximas elecciones?

–La compañera Cristina Fernández de Kirchner, sin duda, sostiene un liderazgo que no puede equipararse con ningún dirigente en los últimos 70 años. Sus gobiernos han sido los mejores para la concreción de la justicia social, una de las banderas que levantamos los peronistas. En este proceso, ella ha dicho en innumerables oportunidades que no sería un obstáculo para la unidad. Si será candidata o no depende de la evaluación que ella haga y de la decisión que tome. Creo, sinceramente, que, más allá de esto, nuestra obligación como peronistas bonaerenses es trabajar por la reconstrucción y la unidad para estar en condiciones de disputar el poder. Cristina es muy clara cuando dice que no podemos depender de una persona, ni siquiera de ella. Los procesos políticos requieren de líderes, de conducción y de construcción. Pienso que los nombres propios son una ansiedad de la prensa más que de los procesos en sí. Por supuesto que si Cristina se presenta como candidata estaremos trabajando al respecto. Pero para junio falta mucho todavía.

 

–¿Cuál es su opinión sobre lo ocurrido en el recital del Indio Solari en Olavarría?

–Después de que bajó la espuma, se vio que lo ocurrido en Olavarría fue solo un recital con más o menos inconvenientes lógicos frente a la cantidad de público. La irresponsabilidad de la prensa generó un caos que no existió. La agencia gubernamental Télam comenzó una escalada de pánico irresponsable y perverso al publicar la noche del recital que había “siete muertos por una avalancha”. De allí en más, el miedo y la incertidumbre ganaron la opinión pública. Si yo fuese mal pensada, creería que fue una operación de prensa contra un artista claramente posicionado respecto de su ideología.

 

–¿Usted es de las que opinan que el intendente Ezequiel Galli debería renunciar?

–El intendente Galli demostró impericia e improvisación. Uno lo veía los días previos y parecía un nene con chiche nuevo y, apenas comenzado el conflicto generado por la prensa oficialista, actuó como actúan sus copartidarios: desligándose responsabilidades y cometiendo despropósitos como evacuar gente en camiones. Claramente, debería renunciar, él como cualquier funcionario que no esté a la altura del cargo para el cual fue designado.

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